Antonio Raíllo habla con Luis Pérez, defensa del Valladolid, durante el último partido en el José Zorrilla. | Carlos Gil-Roig

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Ajeno a las llamadas internacionales, Antonio José Raíllo Arenas (Córdoba, 1991) sigue trabajando estos días en Son Bibiloni las órdenes de Jagoba Arrasate. El defensa y capitán, básico para casi todos los entrenadores que ha tenido en el Real Mallorca, es también la prolongación del técnico vasco sobre el terreno de juego. Solo así se entiende que sea el único futbolista de la plantilla que no ha salido en ningún momento del campo en lo que llevamos de temporada. Un dato muy significativo en un equipo que muta jornada a jornada y una nota a pie de página que realza el buen momento del cordobés, que con 264 partidos a cuestas sigue actualizando su historia en el club.

Sin los problemas físicos de otros tiempos, Raíllo se ha revelado como la única pieza insustituible en la pizarra de Jagoba. Solo en tres de las nueve temporadas que lleva vistiendo de rojo había podido llegar a este momento del calendario con 810 minutos jugados. En la plantilla del Mallorca solo le aguanta el ritmo el ahora internacional portugués Samú Costa (808), al que una sustitución en los instantes finales del partido contra la Real Sociedad le ha privado de un pleno que en Primera División solo han alcanzado otros ocho futbolistas de campo: Llorente (Betis), Sergio González (Leganés), Mosquera (Valencia), Lejeune y Mumin (Rayo), Lucas Rosa (Valladolid), Kiko Femenía (Villarreal) y Boyomo (Valladolid y Osasuna).

En el campo del Espanyol y en ese partido que aguaba la buena racha de resultados del Mallorca, Raíllo mantenía en pie otro registro que ayuda a definir su papel. El gol que marcó en Cornellà, que en un principio parecía obra de Cyle Larin, es el número 16 de su tarjeta como bermellón. Una carga anotadora que ha repartido como si fuera una herencia, ya que ha marcado al menos una vez en cada una de las temporadas que suma en Son Moix. La única en la que estuvo a punto de fallar fue la de Segunda B (2017-18). Como siempre, acabó llegando a tiempo y anotó un tanto en el partido de ida de la eliminatoria de ascenso contra el Mirandés que luego acabaría por todo lo alto en Anduva.

Raíllo, como Dani Rodríguez y Abdón Prats, está en el Top-10 de participaciones con el Mallorca en Primera, Segunda, Segunda B y Copa del Rey. No hay nadie en el grupo actual que mejore sus números o que lleve más tiempo en el vestuario. En cualquier caso, el propio Dani y Martin Valjent le superan en número de encuentros con el club en la máxima categoría. Ahí al andaluz le han jugado una mala pasada las lesiones, que se cebaron con él tanto la temporada pasada —tuvo que pasar por el quirófano para someterse a una artroscopia para la reconstrucción del ligamento del tobillo izquierdo— como en la 2021-22, cuando estuvo casi medio año fuera después de jugar la primera jornada. En plenitud, ahora estaría en un lugar mucho más destacado de la lista.

El 21 del Mallorca ha vuelto a exhibir un alto nivel de juego en este nacimiento de curso. Aunque el equipo ha vuelto a la defensa de cuatro tras más de dos temporadas, el rendimiento colectivo en defensa apenas se ha resentido. En esta nueva etapa, el conjunto balear recibe menos de un tanto en contra por partido y es el cuarto menos goleado de la Liga —solo Atlético, Madrid y Getafe encajan menos— con un central menos sobre el tapete.

Raíllo, que todavía no ha visto una sola tarjeta amarilla, también aparece entre los mejores de Primera División en cuanto a recuperaciones. Según las estadísticas oficiales de LaLiga, es el noveno mejor futbolista de la categoría en ese sentido con 13 robos de balón en nueve encuentros. El cordobés aparece habitualmente en los ‘equipos de la jornada’ y sus dos acompañantes en el eje, Copete y Valjent, también están a una gran altura desde el relevo que se produjo en la dirección técnica.