Los jugadores del Real Mallorca celebran uno de sus goles en la victoria lograda a domicilio ante el Valladolid. | Carlos Gil-Roig

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No hay tregua en un calendario cargado de partidos y el Mallorca, que cerró la pasada jornada el lunes ante el Athletic, abre este viernes la doce ante el Deportivo Alavés en Mendizorroza (21:00 horas, Movistar TV). Otro test de altura. Otro encuentro comprometido. Otra cita de la máxima dificultad porque en Primera nadie regala nada y pese a la racha negativa del equipo vitoriano, esta noche se espera una dura batalla en Mendizorroza. El encuentro enfrenta a dos equipos con trayectorias diametralmente opuestas.

Los de Arrasate son séptimos con 18 puntos mientras que su rival de este viernes es decimosexto con 10. Las distancias no son abismales porque un triunfo o una derrota a estas alturas te saca del pozo y te devuelve a la calma, pero lo cierto es que desde el punto de vista anímico, cinco derrotas consecutivas pesan a cualquiera y el Mallorca intentará jugar con la ansiedad de un contrario herido, pero no muerto. Ni mucho menos.

Entre estas cinco derrotas están las lógicas cosechadas frente al Real Madrid y el Barcelona y el resto perdió por la mínima ante el Valladolid (2-3) y contra el Rayo (1-0). Frente al Getafe fue un dos a cero. No le terminan de salir las cosas a los vitorianos mientras que Jagoba Arrasate tiene el enorme mérito de hacer que el Mallorca crezca de cada partido que juega y sobre todo, que durante muchos minutos en los partidos haga las cosas bien, sea protagonista sobre el campo y exhiba capacidad de reacción. La última prueba de ello fue el pasado fin de semana cuando perdió a Samu Costa por expulsión en el minuto 22 y afrontó todo lo que restaba de partidos con uno menos.

Fue un esfuerzo titánico y que tiene incluso más mérito que ganar un partido once contra once. Es choque confirmó que el equipo sabe combinar el carácter y capacidad de sacrificio con la posibilidad de generar fútbol y jugar de tú a tú al rival. Queda un mundo por delante y el examen en la Liga es jornada a jornada, pero ir a Vitoria con un margen de error como el que tienen los rojillos es diferente a tener que jugar como lo hará el rival con un pie en zona de descenso y con muy poca capacidad de maniobra.

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De cara al choque de esta noche el técnico bermellón no podrá contar con Samu Costa por sanción ni tampoco con Asano, que sigue lesionado. Llabrés tampoco entra en la lista al igual que Cuéllar. Por contra regresa Domenech. A partir de ahí el entrenador buscará la mejor fórmula para hacer frente a un rival muy necesitado.

Lo bueno es que alternativas tiene de sobra para poder confeccionar un equipo algo más contundente en la zona ancha o que adquiera un perfil más dinámico a la hora de buscar la meta rival.
Mascarell apunta a titular en lugar de Samu Costa en una zona ancha donde puede seguir Morlanes y resta por ver si encontrará hueco a Dani de inicio y Antonio Sánchez, que entraron en el segundo tiempo la pasada jornada. Aunque Jagoba no suele cambiar mucho lo que va bien, lo cierto es que hay que valorar mucho los kilómetros que van acumulando los jugadores en sus piernas y no repetir la actuación de Cornellà ante el Espanyol.

Sin embargo, hay jugadores que se encuentran en una punta de forma muy alta, como por ejemplo Maffeo, Raíllo, Valjent y Mojica, el cuarteto defensivo. En la zona ancha Darder, Valery, Antonio, Navarro y Dani también están muy entonados a la espera de que Chiquinho pueda seguir demostrando cosas. Muriqi también parece seguro si finalmente se decanta con un punta, mientras que Larin podría se su acompañante si actúa con dos.

El Deportivo Alavés recupera a Aleksandar Sedlar tras su lesión, así como a Abqar, que se perdió el último encuentro de Copa. Hugo Novoa es baja. El encuentro arranca a las 21:00 h.