Vedat Muriqi cae sobre un jugador del Alavés durante el último partido del Mallorca. | Carlos Gil-Roig

TW
0

Partido grande en Son Moix. Buena hora. Rival de postín y una incógnita sobrevolando la atmósfera: qué Mallorca pisará hoy el escenario. Si el que derrotó a Real Sociedad y Rayo y empató con diez ante el Athletic Club en un ejercicio de resistencia o, en cambio, el que paseó su indolencia por Cornellà o Mendizorroza. Porque el grupo de Jagoba Arrasate de las últimas semanas se transforma cuando factura equipaje. Insípido y sin actitud en sus últimas salidas, en casa muerde cada balón y ha tapiado un muro por delante del portero. Solo Real Madrid y Villarreal han sido capaces de encontrar petróleo más allá de las líneas enemigas. Esa irregularidad le preocupa especialmente al técnico de Berriatua y al vestuario, que no entiende cómo se pueden ver dos caras tan opuestas de una semana a otra.

Con la intención de volver a ver la mejor cara del Mallorca, el conjunto isleño recibe a un Atlético de Madrid que se presenta con el depósito de moral a rebosar tras su triunfo en el Parque de los Príncipes ante el PSG en la última acción del duelo. A pesar de contar con una plantilla plagada de estrellas, los colchoneros se están mostrando más Cholistas que nunca. Las paradas de Oblak y la máxima efectividad de Ángel Correa arriba (con sus goles en el descuento ganó el Atlético en San Mamés y París y empató en el Bernabéu), está respondiendo a las críticas de los detractores del cholismo. Estos apuestan que el equipo rojiblanco puede jugar (o al menos intentarlo) mejor y no vivir siempre a merced de las paradas de su portero y de la aparición de su delantero.

El Mallorca, según las voces que han surgido del vestuario en los últimos días, quiere olvidar la imagen de Vitoria y salir a morder desde el arranque. Jagoba, que se enfrenta a una a sus bestias negras -once derrotas ante Simeone y una sola victoria, precisamente en su último duelo-, les ha pedido a sus futbolistas un cambio. Quiere ver a ese Mallorca presionante arriba, con llegada por los carriles y con veneno en la vanguardia. El técnico recuperará la pizarra de su último duelo en Son Moix -condicionado por la tempranera expulsión de Larin- para meter presión desde el arranque.

Noticias relacionadas

Bajo palos apostará por Greif, que ha vuelto a recibir la llamada de la selección eslovaca tres años después, con Maffeo y Mojica por los carriles, Raíllo y Valjent en el centro.
Las opciones para la línea de máquinas son infinitas. Puede apostar por Mascarell y Samu, más de contención, con Dani Rodríguez y Robert Navarro por las bandas y la dupla Larin-Muriqi arriba. El kosovar se cita con un Atlético al que le marcó dos goles que sellaron la victoria bermellona en las campañas 21-22 y 22-23. La temporada pasada, en cambio, no pudo mojar y el duelo lo decantó un tanto de Riquelme a los cinco minutos. Tipos como Morlanes, Darder o el propio Luna, que debutó en Vitoria, podrían arrancar en el banquillo para comparecer según transcurra la cita.

El Atlético es una incógnita. Se presenta en la Isla cargado de críticas, pero con una victoria de enjundia en su último duelo y solo una derrota (en el Villamarín) en lo que llevamos de campeonato. Su gran cantidad de empates (cinco) y la incontestable voracidad del Barcelona le ha alejado a diez puntos ya del líder cuando apenas se ha rebasado el primer tercio.

En el último entrenamiento, Simeone no dio pistas acerca de un posible titular, pero lo normal es que mantenga el bloque que le dio grandes resultados ante Las Palmas y el París Saint-Germain. Las opciones también son múltiples, aunque pase a pase siempre le queda la opción de apostar por Correa en los últimos minutos para que resuelva...