El partido que confrontaba a las dos mejores defensas del campeonato no iba a engañar a nadie y el paisaje quedaba ya despejado durante un primer tiempo sin apenas pisadas en las áreas. Arrasate, que venía de refrescar al Mallorca en la jornada anterior, recuperaba a sus grandes columnas: de Greif a Muriqi, pasando por Darder y Valjent. Y Simeone, que venía de restaurar el chasis del Atlético en la pasarela de la Champions, introducía cuatro cambios con respecto al equipo que sorprendía al PSG. Los dos mantenían la personalidad y el acero en sus armaduras, además del respeto por el que tenían enfrente.
La primera mitad apenas iba a servir para que uno y otro fijaran la guardia. Las fronteras del área apenas se abrían. El Atlético era incapaz de fabricar peligro y el Mallorca, más metido pero igual de atascado en la producción, no llegaba a medir la fiabilidad de Oblak. La única vez que lo hacía era al borde del descanso, con un cabezazo de Cyle Larin desde el punto de penalti a centro de Sergi Darder. El esloveno, tan poco participativo como determinante, mandaba la pelota a la esquina y evitaba que el fuego se propagara.
Hasta el segundo tiempo no se agitaría el avispero. Al compás de un Morlanes impecable en el corte y en la recuperación de balones, el Mallorca le daba otro apretón a un Atlético que esquivaba como podía la expulsión de Lenglet. El francés, amonestado desde el primer tiempo por una fuerte entrada, agarraba de manera muy llamativa a Larin en su camino hacia el área mientras Sánchez Martínez, que sí señalaba la falta, prefería mirar hacia otro lado en lugar de llevarse la mano al bolsillo. Una jugada que lo marcaría todo. Que encendía al banquillo del Mallorca y a la grada pero que iba a quedar muy pronto minimizada.
El Mallorca intentaba lanzarle un bocado a su invitado desde el córner y Oblak, como había hecho hace unos días en París, activaba la maquinaria colchonera en ataque con un saque en largo buscando a Giuliano, supuestamente vigilado por Mojica y Maffeo. El lateral catalán, que en lugar de ir a por el balón prefería perseguir el contacto con el atacante, se equivocaba gravemente y dejaba la puerta abierta. El punta le entregaba el gol en bandeja a Julián Álvarez. La Araña marcaba a placer y castigaba el error cometido segundos antes.
El gol rompía el partido pero no la pared de hormigón de un Atlético que podría haber sentenciado el duelo justo después por medio de Riquelme, inofensivo ante Greif. Simeone introducía cuatro cambios de golpe, entre ellos el del señalado Lenglet. Jagoba lo intentaba metiendo en el combate a Chiquinho y Abdón, aunque tampoco era suficiente.
Lo único que podía haber equilibrado el encuentro era otro fallo grosero, ahora de Axel Witsel ante Abdón. El de Artà se topaba con Oblak, que le sacaba el balón con la cara. El esloveno aseguraba la victoria del Atlético y redondeaba una semana fantástica para los rojiblancos mientras le recordaba al Mallorca, justo a las puertas de un parón que se puede hacer muy largo, que esta liga ni perdona ni espera a nadie.
6 comentarios
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El Lado OscuroMás claro ,agua.
sobrasadaTú debes ser de estos que ganamos 2 partidos seguidos y jugamos la Liga Campeones , perdemos uno y bajamos a Segunda Div. seguro, seguro. Dedícate a la Petanca que seguro que entiendes más.
Maffeo...Llega a ser Vinicius el que se te escapa y le rompes la tibia. Macarra.
El mismo perro diferente collar todo sigue igual Aguirre y arrásate son lo mismo con una plantilla de descartes ...........................
Es una vergüenza lo del parking del Mallorca, a todos esos caraduras que en el parking inferior delante del nuevo bar, 1 hora antes del partido, aparcan en las esquinas, invadiendo los cruces, cruces que otros caraduras no respetan y van lanzados en busca de sitio sin respetar preferencias ni peatones. Vergonzoso que los accesos de Son Moix no hayan cambiado desde que se inauguró el campo, sin accesos y salidas directos a la autopista... Vergonzoso que nos tengan enlatados 1 hora y luego cuando llegas a la autopista te echen a un lado porque el autobús del equipo contrario, si ya se han duchado y están en el aeropuerto , y tú todavía no has pasado por el Ocimax desde Son Moix... Por qué no se multa a esta gente, que se creen con derecho de aparcar donde quieran?
Los agarrones dentro del área no eran penaltis? Y la segunda amarilla a Lenglet?