Aún lejos de su mejor estado físico, el tenista español luchó otra vez contra corriente. Busca Nadal más tiempo de competición sobre el cemento estadounidense, para apuntalar su puesta a punto para Nueva York.
Eliminado en su primer partido en el Masters 1000 de Canadá ha sufrido más de lo esperado para sacar cada uno de los compromisos que ha afrontado en Cincinnati. Especialmente ante su compatriota Fernando Verdasco, contra el que necesitó tres desempates y tres horas y 37 minutos para salir airoso.
A las dolencias en los dedos de la mano derecha a causa de unas quemaduras, añadió las molestias por ampollas en el pie izquierdo, de las que fue atendido en el ecuador del segundo set.
Nadal no estuvo nunca a gusto ante Fish, que cerró el partido en una hora y 40 minutos. Un tenista, pletórico, que disfruta de su mejor momento. Un sacador que se desenvuelve a su antojo en este tipo de superficie. Séptimo del mundo, su mejor ránking, ganador en Atlanta y finalista en Canadá hace una semana y en Los Àngeles no bajó nunca la intensidad.
Apoyado en su mejor arma, el saque, liquidó al español por primera vez en su carrera. Había perdido Fish los seis partidos anteriores ante el balear, que le había superado en todo tipo de superficies.
Nadal nunca fue capaz de romper el servicio del estadounidense. De aprovechar alguna de las cuatro ocasiones que dispuso. Sin embargo, cedió el suyo dos veces. Una en cada set. La primera vez lo entregó con una doble falta. En el cuarto juego. La segunda fue en el quinto parcial. Fish cerró el choque con 12 saques directos.
Fish se enfrentará en semifinales al británico Andy Murray, cuarto favorito, que superó sin contratiempos el duelo ante el francés Gilles Simon, décimo, por un doble 6-3.
Nadal iniciará el traslado a Nueva York, donde afrontará la defensa del título que conquistó el pasado curso en el Abierto de Estados Unidos.
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Rafa Nadal necesita una catarsis porque su sistema ya no vale. No ha evolucionado en su juego y no solo ha quedado estancado sino que retrocede como los cangrejos. Es muy duro que quien lo ganaba todo o casi, ahora pierda contra adversarios de poca entidad en el ranking. En las adversidades es cuando hay que saber superarse y nadie le podrá borrar todo lo que ha conseguido. Hay que renovarse, a partir de ahora mismo. Mañana será otro día, pero el Sol volverá a salir por levante, donde está su tierra que le quiere y adora como un ídolo.