Con una camiseta negra y pantalones de color canela, el hombre siguió tranquilamente el segundo set antes de levantar el brazo derecho, apretando el puño y gritando «Hell Seger!», una traducción sueca del lema nazi «Sieg Heil».
El árbitro suspendió el juego y el hombre fue desalojado por los guardias de seguridad. El juego se reanudó después de una breve interrupción.
David Ferrer disputará este domingo su primera final en dos años tras derrotar a su compatriota y se medirá al ucraniano Alexandr Dolgopolov por el título. Ferrer necesitó los tres sets para certificar su primera opción de título desde 2015. El de Jávea venció 6-1, 6-7(3) y 6-4 al madrileño Verdasco en un partido que tuvo dos caras. Hasta el primer set, y después del segundo. De hecho, el alicantino dispuso de punto de partido en la segunda manga.
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