Como si de un símbolo se tratara, Djokovic y Nadal se las verán en octavos contra los dos últimos menores de 20 años supervivientes, los italianos Lorenzo Musetti y Yannik Sinner.
El torneo avanza por los derroteros previstos, puesto que solo el ruso Andrey Rublev ha faltado a la cita programada entre los mejores, precisamente el teórico rival en cuartos de Nadal.
El resto, por ahora, mantiene el pulso. Un día antes de que lo hicieran los que están por el lado del cuadro de los jóvenes, liderado por el ruso Daniil Medvedev, 2 del mundo, el griego Stefanos Tsitsipas, 5, y el alemán Alexander Zverev, 6, se sumaron los más veteranos.
Todo lo contrario que lo que sucede entre las chicas, con desbandada general de favoritas, que han dejado a la estadounidense Sofia Kenin, la 4 del mundo, como candidata de más jerarquía, aunque los focos se los lleva de nuevo la polaca Iga Swiatek, defensora del título.
Entre los chicos, Djokovic y Nadal han hecho lo esencial, ganar fácil sus tres primeros compromisos, dejar el mínimo de fuerzas y rodar su tenis para la fase decisiva, que comienza esta segunda semana de torneo.
El serbio completó ante el lituano Ricardas Berankis el duelo completo más corto de lo que va de torneo, 6-1, 6-4 y 6-1 en poco más de hora y media, para mantener la racha de triunfos que comenzó tras perder la final de Roma contra Nadal.
Sin demasiado sufrimiento se ganó su decimoquintos octavos en París, los duodécimos consecutivos, una serie que nadie nunca antes había firmado y que simboliza bien la regularidad del número 1.
Si hace unos días aseguraba entre bromas que el «big 3» era la NextGen, en referencia a la generación ascendente, ahora probará la medicina de un nuevo integrante de ese grupo, el italiano Musetti, que en su debut en un grande se ha colado en octavos.
El último paso lo dio ante su compatriota Marco Cecchinato, que desde su sorprendente paso por semifinales en 2018 no ha vuelto a destacar en el circuito. Cayó en un largo partido por 3-6, 6-4, 6-3, 3-6 y 6-3.
Nadal no tuvo tanta prisa como el serbio, pero la misma eficacia contra el británico Cameron Norrie, que venía haciendo una buena gira de tierra, pero que acabó doblegado, 6-3, 6-3 y 6-3, por la mano de hierro del español.
Será la vez 16 que pise los octavos de París, camino de su 14 título, en un duelo que se disputó en la Suzanne Lenglen, la segunda pista del complejo, el paso obligado de cada año fuera de la central.
El español encadena ya 32 sets victoriosos consecutivos en Roland Garros y está a 4 de su mejor racha, la que firmó entre 2015 y 2018. La última vez que cedió una manga fue en la final de 2019 ante el austríaco Dominic Thiem.
Pisa terreno conocido el español, como conocido es su próximo rival, Sinner, otro tenista italiano de 19 años al que ya derrotó el año pasado en cuartos de final.
Desde entonces, el transalpino ha mejorado, Nadal tuvo oportunidad de conocerle mejor en la cuarentena que compartieron en Australia previa al Grand Slam y, posteriormente, de derrotarle de nuevo en Roma.
Sinner será, sin embargo, una prueba más seria para conocer el estado real del defensor del título.
Federer trabajó más y por un momento pareció que no tenía fuerzas para doblegar al alemán Dominik Koepfer, 57 del mundo, al que acabó venciendo por 7-6(5), 6-7(3), 7-6(4) y 7-5.
A punto de dejar escapar el duelo tras perder el segundo set, el suizo se aferró y, en el sexto duelo en lo que va de temporada, tras una larga lesión, aguantó la batalla.
«Me gusta ver que puedo aguantar tres horas y media contra un rival duro», dijo Federer.
El suizo se medirá por un puesto en cuartos contra el italiano Matteo Berrettini, noveno favorito, que se deshizo del surcoreano Soonwoo Know, por 7-6(8), 6-3 y 6-4 y se convirtió en el primer italiano que alcanza los octavos de final en los cuatro grandes.
Además, es la primera vez que Italia cuenta con tres hombres en los cuartos de final de un Grand Slam.
El otro duelo de octavos lo jugarán el argentino Diego Schwartzman, semifinalista de la pasada edición, que venció sin problemas al veterano alemán Philipp Kohlschreiber, 6-4, 6-2 y 6-1, y el germano Jan-Lennard Struff, que acabó con el sueño del joven español Carlos Alcaraz, 6-4, 7-6(3) y 6-2, para disputar sus segundos octavos en tres años.
Entre las chicas, Kenin venció a su compatriota Jessica Pegula por 4-6, 6-1 y 6-4 y se medirá a la griega Maria Sakkari, que se impuso a la belga Elise Martens, 7-5, 6-7(2) y 6-2.
La polaca Iga Swiatek se deshizo de la estonia Anett Kontaveit, 7-6(4) y 6-0, pero por vez primera se dejó 6 juegos en un set desde hace dos años. Su rival será la ucraniana Marta Dostyuk, que venció a la rusa Varvara Gracheva por 6-1 y 6-2.
La turca Ons Jabeur venció a la polaca Magda Linette, 3-6, 6-0 y 6-1 y jugará contra la estadounidense Coco Gauf, que se benefició de la retirada de su compatriota Jennifer Bardy.
La sorpresa la firmó la checa Barbora Krejcikova, que venció a la ucraniana Elina Svitolina, quinta favorita, 6-3, 6-2, y jugará sus primeros octavos contra la estadounidense Sloane Stephens, finalista en 2018, que derrotó a la checa Karolina Muchova, favorita 18, por 6-3 y 7-5.
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