Carlos Moyà saluda a los aficionados junto al por entonces capitán del equipo español, Manolo Santana, y los tenistas Albert y Carlos Costa y Álex Corretja. | Redacción Deportes

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En plena efervescencia de la ‘Moyamanía’, Mallorca vivió unos días para la historia de su tenis, dando continuidad a aquella final del Abierto de Australia de 1997, consagración del tenista palmesano dentro del circuito profesional. Sin apenas tiempo para digerir aquel hito, Moyà era el gran reclamo para traer, por primera vez, una eliminatoria del Grupo Mundial de la Copa Davis. La presencia del subcampeón en Melbourne y el empuje de las instituciones, pero en especial de Caja Rajada y sus hoteleros, hicieron realidad un acontecimiento que, hace un cuarto de siglo, tomó la localidad del noreste de Mallorca y la colocó dentro de mapa del tenis internacional.

Fue del 7 al 9 de febrero de 1997, con el Hotel l’Illot como centro de operaciones, levantando unas espectaculares gradas que marcaron un punto de inflexión en la organización de grandes eventos, y con Alemania como adversario en el cruce de primera ronda. El origen del rival fue un argumento clave para que la Davis aterrizara en la Isla, sirviendo de estímulo y promoción para aquel mercado. Pero el gran reclamo era un Carlos Moyà que, en aquel momento, era el deportista español más mediático y solicitado. Y la posibilidad de disputar un cruce de Copa Davis ante su gente resultaba demasiado tentadora y atractiva para todas las partes.

Imagen panorámica de las gradas instaladas en Cala Rajada.

Expectación

Hace un cuarto de siglo, la Davis era un terreno inhóspito para el tenis español, huérfano de una Ensaladera que tres años después alzaría por primera vez en el Palau Sant Jordi. Junto al liderazgo de Moyà, la figura del recientemente fallecido Manolo Santana, capitán en aquel momento del equipo español de Copa Davis, era otro de los rostros más visibles de un grupo que completaron en aquella eliminatoria de Cala Rajada clásicos como Álex Corretja, Carlos y Albert Costa.

Los partidos se jugaron sobre tierra batida en una pista que es historia del tenis mallorquín y en un recinto que, más adelante, también dio cobijo a un cruce de Copa Federación. El triunfo fue abultado para la España liderada por Carlos Moyà, que se impuso por 4-1 a Alemania, con doble triunfo del ídolo mallorquín (6-4, 6-3 y 6-3 ante Marc-Kevin Goellner, y 6-4, 6-4 y 7-5 frente a Hendrik Dreekmann para cerrar la eliminatoria), unidos a los logrados por Albert Costa, que superó a Dreekmann (6-4, 6-1 y 6-4) y Mark-Kevin Goellner (2-6, 7-6 y 6-1), siendo la única derrota española la del doble, formado por Álex Corretja y Carlos Costa, ante Goellner y David Prinosil (2-6, 2-6 y 3-6), un tropiezo anecdótico para avanzar a cuartos, donde Italia apeó a España (4-1).

El apunte

Regreso en 2004 y con Rafael Nadal

La Copa Davis volvió a Mallorca, y lo hizo en una edición especial, pues en 2004 España alzó el título en el Estadio de La Cartuja (Sevilla) gracias a los dos protagonistas de la eliminatoria de cuartos de final que se disputó en el Coliseo Balear de Palma, del 9 al 11 de abril. A Carlos Moyà se unió un joven Rafael Nadal, que disputó el doble con Tommy Robredo. Juan Carlos Ferrero completó el equipo que superó a Países Bajos por 4-1 para citarse con Francia en semifinales, antes de ganar la final a Estados Unidos.