«No me retiro», subrayó Nadal, pero sí confirmó que no volverá a jugar en Madrid, donde ganó cinco títulos y se fue en esta edición derrotado por el checo Jiri Lehecka en octavos de final. «El cuerpo me ha dado señales de que este día tenía que llegar y me alegro de haberlo podido hacer sobre la pista», dijo el jugador.
Cuando, con 5-4 abajo en el segundo set, Nadal se dispuso a restar, el recinto enloqueció bajo el grito de 'sí se puede'. Más aún con el 0-15. Cuando llegó el punto de partido para Lehecka, primero se hizo el silencio y luego empezó una ovación interminable. Nadal tiró la bola uera y todo se acabó. Raaaaaafa, Raaaaaafa. Y la megafonía anunció lo que todos esperaban: un homenaje.
Su mujer y su hermana lloraban en el palco, mientras de lo alto de la grada caía una pancarta conmemorativa de las cinco victorias de Nadal en el torneo de Madrid, con la leyenda 'Gracias, Rafa'. Aparecieron las imágenes de las grandes victorias y el protagonista aguantó a duras penas las lágrimas.
«Que era una broma, que el año pasado vuelvo....», dijo. Pero añadió: «La historia no se ha acabado, pero aquí en Madrid sí es la última vez».
«Ha sido una semana muy especial para mí, he tenido la oportunidad de volver a jugar en esta pista, que me ha dado tanto. Sinceramente, lo único que puedo hacer es dar las gracias. El viaje empezó cuando era muy pequeñito y desde entonces el apoyo ha sido incondicional», afirmó.
Nadal ha disputado veinte ediciones del Masters 1.000 de Madrid, pero solo las catorce últimas en el recinto de la Caja, a donde el torneo se mudó en la primavera 2009. Ya para entonces había ganado una vez el Masters 1.000 de la capital. En la pista central de la Caja Mágica levantó el título en 2010, 2013, 2014 y 2017, contra cuatro rivales distintos: Roger Federer, Stan Wawrinka, Kei Nishikori y Dominic Thiem.
También se enfrentó por primera vez a Carlos Alcaraz, en 2021, y por última, en 2022. En aquella ocasión con victoria frente al entonces 120 del mundo, en esta con derrota ante el ya noveno del ránking, que poco mas tarde sería el número uno más joven de la historia. La Caja Mágica presenció aquel relevo generacional.
Nadal abrió la puerta de la Caja en 2009 como número uno del mundo y este martes la cerró como 512, tras caer en picado por el tobogán de las lesiones.
Nadie dijo la palabra 'despedida'. Solo se habló de 'homenaje'. Sencillo y emocionante, para abrir el año uno después de Nadal.
1 comentario
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Vergonyos Nadal un altre vegada. Dale las gracias tambíen a la presidenta de Medrit por haber robado el torneo de Mallorca que se celebraba a sa plaça de bous que se fue para Medrit