Rafael Nadal, durante el partido de los Juegos Olímpicos de París frente a Novak Djokovic. | JUANJO MARTIN

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Este viernes comienza la Rod Laver Cup en Berlín, un evento del que Rafael Nadal se borró hace unos días. Después de eso en su calendario está la Six Kings Slam de Arabia Saudí, una exhibición multimillonaria que tendrá lugar en Riad entre el 16 y el 19 de octubre. ¿Y después? Todos son incógnitas, pero la realidad visto el rendimiento del campeón de Manacor en las dos últimas temporadas hace pensar que el final de su excelsa carrera deportiva está al caer.

En las dos últimas temporadas Nadal ha jugado sólo 23 partidos con un balance de 13 victorias y 10 derrotas. En la temporada pasada, apenas jugó cuatro encuentros, todos en tierras australianas. Perdió en la United Cup sus dos choques contra Norrie y de Miñaur y en el Open de Australia, tras ganar a Draper, cayó y lo que fue peor se lesionó frente a Mackenzie McDonald. El tenista, aconsejado por los médicos, hizo un tratamiento conservador y entrenó para regresar a las pistas, pero no tuvo más remedio que pasar por el quirófano en junio dando por concluida la temporada.

Este año, volvió a comenzar la competición en Australia, pero no pudo jugar el Open al sufrir un ‘micro desgarro’ en Brisbane. Nadal no regresó a las pistas hasta la temporada de tierra con Roland Garros y los Juegos Olímpicos de París como grandes objetivos. En Barcelona cedió en segunda ronda ante de Miñaur, en Madrid llegó hasta los octavos de final donde cayó frente a Jiri Lehecka y en Roma sucumbió contra Hubert Hurkacz, también en segunda ronda.

Sin embargo, al llegar Roland Garros el ambiente era de moderado optimismo porque Nadal llevaba unos días entrenando bien. La idea era pasar las dos primeras rondas y a partir de ahí, ya rodado, podía pasar cualquier cosa. Pero el sorteo le deparó una primer partido diabólico frente a Alexander Zverev, cuarto jugador del mundo, y Nadal cayó en tres sets.

Sólo quedaba la ‘bala’ de los Juegos, también en las instalaciones de Roland Garros. Antes, el torneo de Bastad, donde logró llegar a la final para caer frente a Nuno Borges en lo que fue su peor partido tras un más que aceptable torneo. Llegó la segunda cita parisina y tras ganar con apuros a Fucsovics, Nadal se medía a Djokovic. Y en ese partido el 'manacorí' quizás ya constató que las diferencias con los mejores jugadores del mundo eran ya insalvables y ya no ha vuelto a jugar ningún partido más en un cuadro individual.

El apunte

La 'quimera' de la Copa Davis

España se medirá a Países Bajos en dos meses en los cuartos de la fase final de la Copa Davis en Málaga.El capitán, David Ferrer, no ha cerrado la puerta a la presencia de Nadal, pero esta posibilidad parece una quimera porque el tenista no ha participado en las eliminatorias anteriores y porque no parece que pueda alcanzar el nivel exigible para una cita de este calibre.