La regla de oro de su padre que llevó a Rafa Nadal a lo más alto

"Espero que mi legado sea que siempre intenté tratar a los demás con profundo respeto. Esta era la regla de oro de mis padres. De niño, mi padre siempre me decía: "Inventar es difícil. Copiar es mucho más fácil". No hablaba de tenis, se refería a la vida. Mira a tu alrededor y observa a las personas que admiras, cómo tratan a los demás: Qué te gusta de ellas, compórtate como ellas y seguramente vivas una vida más feliz", aconseja Rafa como una vez él fue aconsejado por su padre antes de explicar como llevó eso a las pistas de tenis.

"Me llevé esa lección conmigo a todos los partidos que jugué. No me impulsaba el odio hacia mis rivales, sino un profundo respeto y admiración. Simplemente intentaba despertarme cada mañana y mejorar un poco para poder seguirles el ritmo. ¡No siempre funcionaba! Pero lo intentaba... Siempre lo intentaba", explica.

Cabe destacar que la familia siempre ha sido un apoyo fundamental para Rafa, de hecho, él siempre recuerda la separación de sus padres como uno de los peores momentos que ha vivido en su carrera. Y es que, sin ellos, nunca podría haber cumplido su sueño, tal y como destaca del episodio en el que narra la primera vez que sufrió el síndrome de Muller Weiss a los 17 años.

"Pasé muchos días en casa llorando, pero fue una gran lección de humildad y tuve la suerte de tener una familia que siempre ha estado y está muy cerca de mí en todo y sobre todo mi padre, la verdadera influencia que he tenido en mi vida, que siempre fue muy positivo: "Encontraremos una solución", dijo. "Y si no, hay otras cosas en la vida aparte del tenis". Escuchaba esas palabras y apenas podía procesarlo, pero por fortuna, después de mucho dolor, cirugías, rehabilitación y lágrimas, se encontró una solución, y durante todos estos años fui capaz de resistir