Ha conocido el club desde todas sus ángulos, aunque en la actualidad le toca estar al frente de una nave que conoce bien. Comenzó como jugador en el fútbol base y ahora, Rafel Palou, es el presidente del Constància en un momento muy especial dentro del devenir de la entidad inquera. La ilusión por celebrar un momento tan especial supone un estímulo extra para el dirigente y su equipo de trabajo, que destacan el peso del Constància dentro de la historia de la capital de es Raiguer.
— Vivir este momento es un privilegio, pero también una responsabilidad...
— Es todo en uno: responsabilidad y trabajo, pero también un lujo. Poder llegar al Centenario de tu club de siempre es un privilegio. Yo, de pequeño, jugué desde los nueve hasta los 21 años. Después, seguí como amateur, pasé un tiempo sin estar vinculado, pero hace diez años entré como directivo, primero en el fútbol base, en la dirección deportiva y después, los últimos cuatro años, como presidente del Constància. Mi padre ya era jugador cuando nací y recuerdo que tengo una foto por casa, con dos o tres meses y ya llevaba la equipación del Constància.
«Realmente esta celebración es para todo inca y la gente que ha seguido al constància a lo largo de su historia»
— Porque el Constància es un emblema de Inca en todo el país.
— Nos conocen por todo, porque el Constància ha llevado el nombre de Inca por toda España y eso hace todavía más especial poder llegar a los cien años de vida. Nuestro club se ha convertido en uno de los emblemas de Inca.
— ¿Cuáles serán los actos principales para conmemorar esta efeméride?
— Ya hemos llevado a cabo una serie de iniciativas y le daremos continuidad en los próximos meses, como encuentros de exjugadores del primer equipo del Constància, desde los años 60 y hasta ahora. Tenemos mucha ilusión y también queremos reunir a los presidentes, prepararemos exposiciones, una conferencia... Y muchos actos y sorpresas que servirán para celebrar estos cien años. Habrá un sello especial por parte de Correos, un libro, visitas guiadas al campo y estamos pendientes de cerrar los partidos conmemorativos.
— ¿El objetivo será intentar que la gente sienta como suya esta efeméride?
— Realmente, esta celebración es para todo Inca y la gente que ha seguido al Constància a lo largo de su historia. Queremos que, como emblema de la ciudad, esta celebración sea una fiesta para toda la localidad y para el mundo del fútbol.
— La mayor victoria es poder alcanzar cien años de vida...
Ha habido trabajo por parte de muchos en los buenos y en los malos momentos, que los ha habido a lo largo de tantos años de vida. Por eso hemos de disfrutar de este momento, que es único en la historia de cualquier entidad, y viendo el devenir del club, llegar a ser centenario es una gran victoria de todos los que forman parte de su historia.