Hoy entrevistamos al propietario de Co-Pain. Una panadería-pastelería francesa artesanal donde el olor de la baguette recién horneada embriaga la calle. Louis Chatin nos explica la pasión de trabajar desde una perspectiva puramente tradicional donde, además de pan, crean facturas y pasteles. Sus panes están presentes en el menú de Àlvar Albaladejo.
—¿Cuándo empezó su pasión por hacer pan de alta gama?
—La cultura del la calidad del pan en Francia es muy extensa. Desde niño la interiorizamos, convirtiéndose en algo habitual y que forma parte de nuestro día a día. Podemos llegar a ir hasta tres veces a la panadería por día.
—¿Cuál es el secreto para hacer un buen pan?
—Como otras muchas cosas de carácter tradicional es necesaria una buena materia prima, un buen savoir faire y dedicarle mucho tiempo y amor.
—Elaboran todos sus productos desde una perspectiva artesanal ¿esa es la clave?
—Sí, no hay otra manera de hacer un buen pan. La forma de elaborar nuestros productos nos lleva más del doble del tiempo que un pan industrial, pero una de las principales claves es que se realice con productos saludables que es la esencia de un producto saludable y, sobre todo, sabroso.
—¿Qué tipos de panes elaboran en Co-Pain?
—Elaboramos pan de estilo francés, con harina ecológica y masa madre casera. Desde hace tres años refrescamos nuestra harina madre cada día, es el alma de la empresa. También producimos bollería y pan especial. Uno de nuestros éxitos es un pan de algarroba elaborado con harina mallorquina.
—¿Cuáles son las principales diferencias entre un pan artesano y uno industrial?
—Una vez más el tiempo que se le dedica a la elaboración. Nuestro pan tiene unos niveles de gluten mucho más bajos que el industrial, no usamos conservantes y el sabor es totalmente diferente.
—¿Diría que el consumidor valora actualmente más la calidad del pan?
—Lo creo y lo veo. Cada vez la gente le da más importancia a consumir un buen producto, y el pan es uno de los alimentos que llega primero la mesa. Es la clave para dar una buena impresión desde el principio.
—¿Nos hemos vuelto consumidores gourmet?
—Sin duda, la gente ha ido modificado muchísimo su relación con la comida, y entre sus preferencias se encuentra la buena calidad.