«Los grandes oradores dicen que la esencia de la oratoria está en la persuasión. A mi me gusta añadir ‘y también en la seducción’. Hablamos para convencer, pero antes debemos atraer a nuestro interlocutor para que escuche atentamente. Eso allana el camino para convencer a quien tienes enfrente». Con estas palabras Xesca Vidal, experta en comunicación verbal y no verbal, explica dónde reside el poder de la oratoria. Vidal es la encargada de una de las áreas de aprendizaje más importantes del intenso programa formativo, que Connect’Up 2020 pone a disposición de los finalistas de la tercera edición.
Tras más de 25 años de experiencia, Vidal es una de las piezas indispensable del concurso de emprendeduría balear organizado por el Grup Serra y patrocinado por CaixaBank.
Técnicas
Vidal fue la encarga de abrir el pasado 7 de septiembre el ciclo formativo y una de sus principales funciones como mentora será preparar a los participantes de las categorías Start y Grow. «El proceso de aprendizaje en ambas categorías es el mismo. Otra cosa son los contenidos y la forma de explicar las técnicas porque unos, son llamémosles júniors y otros séniors» explica la experta. Además de las clases teóricas, se ofrece a los finalistas poder trabajar de forma individualizada. Esta materia es fundamental para los participantes, ya que su posición final en el concurso dependerá de la presentación final en la que tendrán que ‘enamorar’ al jurado.
A causa de la pandemia Vidal, ha tenido que tener en cuenta un nuevo elemento para formar a los participantes. «En ediciones pasadas solía emplear las misas técnicas, ya que la oralidad no cambia, pero debido a la situación que estamos viviendo hay que tener en cuenta un nuevo componente: Enseñar a comunicar por videollamadas. Conseguir el feeling y la atención a través de una pantalla en la que solo ves una cara, hace perder mucha información sobre la persona que tienes en pantalla» sostiene Vidal.
En cuanto a los errores más comunes que la experta debe subsanar antes de la presentación final del proyecto, Vidal expone que «en el habla cotidiana, el error consiste en la falta de pausas. Las sustituyen por ruidos extraños como ‘mmm, eee’ o por una coletilla. En una intervención profesional, el error básico es la falta de una estructura clara. Es imprescindible preparar lo que se quiere decir en voz alta»
En las 8 horas que dura el curso presencial, o en las 4 horas si es virtual que imparte Vidal, se aprenden las técnicas de comunicación necesarias, aunque la comunicadora remarca que el éxito de una buena ponencia dependerá del trabajo personal durante 20 días seguidos que hagan los finalistas. Tal y como apunta la mentora «veinte días es el tiempo necesario para cualquier cambio de hábito, tanto en la oratoria, como en la gesticulación o en el aprendizaje de técnicas para evitar ansiedades innecesarias». En ocasiones los nervios pueden jugar una mala pasada, y Vidal asegura, que el mayor temor es quedarse en blanco en mitad de la presentación, además subraya que otro de los temores, aunque no el mayor, es el miedo escénico.
La falta de enfatización, las frases demasiado largas y la inspiración antes de empezar a hablar son los patrones más recurrentes que Vidal debe corregir «al decir inspiración me refiero a la toma de aire, no a la ciencia infusa. Quienes creen en la inspiración, improvisan y para tener una buena oratoria eso es lo peor que se puede hacer» concluye Vidal.