Connect’Up 2022, el proyecto que apuesta por la innovación balear, se encuentra a tan solo dos semanas de la final. El concurso, organizado por el Grup Serra y patrocinado por CaixaBank, sigue persiguiendo el mismo objetivo: contribuir a la emprendeduría a través de un programa de formación y mentorización individual y grupal.
Esta semana dos formadores de esta quinta edición, Lucía Mir y Federico Leguizamo, han enriquecido los conocimientos de los finalistas a través de sus módulos. Este miércoles los participantes de la categoría Grow aprendieron con Mir, consultora independiente de Cultura, Innovación y Experiencia del Empleado. Dirigió un módulo formativo basado en la metodología Design Thinking. «Normalmente, cuando tenemos un desafío la mente vuela hacia la solución y muchas veces se olvida de entender el problema. Hay que tener en cuenta que la solución se debe enfocar en las necesidades y los deseos de la persona», explica.
Lucía Mir, segunda por la izquierda, junto a finalistas Grow. FOTO: PERE BOTA
En su tercer año como formadora, ha querido generar culturas de innovación dentro de las organizaciones. Además, con este módulo ha propiciado «entornos de seguridad psicológica» y que los finalistas «asuman que podemos equivocarnos». Dentro del marco de innovación, los finalistas se han enfrentado a un caso práctico y con su modelo de negocio han explorado el problema y han creado una solución. Durante el ejercicio, se ha trabajado en mapas de empatía para los proyectos con los que entender las necesidades concretas de las personas y resolver el conflicto en sí.
Para Mir, Connect’Up es una plataforma que apoya e impulsa la innovación y a los emprendedores: «los finalistas adquieren habilidades y experiencias nuevas gracias al programa. Al conectar personas se crean sinergias interesantes». El jueves fue el turno de los finalistas Start, cuando Federico Leguizamo, profesor e investigador del Laboratorio de Conducta Tecnológica de la Universitat de les Illes Balears (UIB), aportó su «granito de arena» hablando de los estudios psicológicos que hay relacionados con el mundo del emprendimiento. «Entender el camino de las personas emprendedoras y ofrecer ese espacio para trabajar relaciones interpersonales, esa es la clave de esta formación».
Los participantes han tenido una sesión muy activa y dinámica. Durante el módulo se ha hablado de diferentes situaciones, por ejemplo, una discusión dentro del equipo: «Esto les ha servido para crear estrategias en situaciones que generan dificultades y así poder sobrellevarlas». Leguizamo argumenta que las técnicas que se han trabajan con la persona emprendedora en esta quinta edición son las mismas para aplicar en el terreno personal: «Buscamos desarrollar de una forma sencilla y comprensible aspectos psicológicos que puedan resultar interesantes a las personas emprendedoras». Para este docente, Connect’Up es el nexo entre la persona emprendedora y la experiencia de los expertos dentro del tejido empresarial balear: «Es un concurso que plantea muchísimos recursos. Además, entre proyectos se facilitan contactos porque al fin y al cabo son compañeros. Es el puente de colaboración para fomentar el emprendimiento».
