De hecho, la Conselleria d’Educació i Formació Professional ya se ha puesto en contacto con los centros para que planifiquen el curso en función de la supresión de estas pruebas.
El director general de Planificació, Ordenació i Centres, Antoni Morante, ha explicado a este periódico que «todas las evaluaciones extraordinarias desaparecen de la ESO y sólo quedan las ordinarias de junio.
La nueva ley estatal, la LOMLOE, cambia totalmente el modelo curricular y pone como objetivo fundamental un modelo competencial, es decir, que el alumno adquiera unas competencias globales que irán evaluándose a lo largo de todo el curso. A partir de aquí, el alumno podrá conseguir el título de la ESO o una certificación de capacitación para integrarse en la Formación Profesional o en el mundo laboral».
Morante añade que «aunque desaparezcan las recuperaciones, se reforzará la atención a los alumnos con dificultades. En cualquier caso, cabe recordar que la titulación y el paso de un curso a otro será decidido por los docentes y que no hay límite de materias suspendidas en la ESO para pasar a Bachillerato».
El director general destaca que «estamos asistiendo a un cambio muy profundo en la manera de enseñar y titular. En la Conselleria estamos totalmente de acuerdo con estas medidas. Para nosotros, eran necesarias desde hace años».
Dos repeticiones en la enseñanza obligatoria
Con la LOMLOE, el cambio de criterio en la titulación lleva a que, en toda la enseñanza obligatoria, sólo se podrá repetir curso dos veces. Hasta ahora, se podía repetir dos veces en cada etapa educativa obligatoria (Primaria y ESO). Morante cuestiona las recuperaciones de la ESO en septiembre: «Su eficacia era realmente muy baja y los resultados solían ser peores que los obtenidos en junio».