El regidor del Cultura del Ajuntament es Francesc Ramis y bajo su área ha estado la responsabilidad de organizar esta cita con el arte. Algaid’Art cumple ocho ediciones este año y se presenta como una cita consolidada, que practicamente duplica sus espacios y que aspira a más.
—¿Cuál es el propósito con el que se afronta la edición de este año?
—Estas dos grandes noches de la Cultura además de potenciar la creatividad local, se abren al exterior e incluyen a muchos artistas de otros lugares, que han mostrado su interés en participar. También hemos querido que la participación de los vecinos del pueblo sea muy grande, para que sientan como suya esta cita. Colectivos de jóvenes y mayores, e incluso la comparsa ganadora del Carnaval, aportarán una parte importante de lo que se verá en el pueblo.
—Con casi 30 espacios, ¿cuales podría destacar?
—Todos tienen su importancia. Hemos de agradecer especialmente a todos los que han abierto sus casas y las han convertido en galerías de arte para la ocasión. En cuanto al resto de lugares, podemos destacar la nueva sala de exposiciones del Casal Pere Capellà, que acogerá una exposición sobre especies vegetales endémicas para concienciar sobre su conservación. También destacaría la muestra de jocs de carrer en Sa Peixateria, que reivindica, en linea con todo el festival, la vida y la participación en las calles. Será importante también Sargantanes, una exposición colectiva sobre el animal que se ha convertido casi en un símbolo de Algaid’Art. Incluye a artistas de todos las Illes y del levante español.
—¿Qué es lo que más valora del programa de este año?
—Sin duda la participación. Hemos querido que el pueblo se sienta participe, diversificando mucho el programa, contando con todos los públicos e invitando a que todo el mundo disfrute de un fin de semana del arte más variado.
—Y para futuras ediciones, ¿cual es su intención?
—Tengo muchas ganas de que llegue esa próxima edición de 2024. Como recién llegado a este área del Ajuntament me gustaría darle a Algaid’Art un estilo aún más abierto e incluir muchos más espacios públicos que animen al pueblo a sentirlo como algo suyo, no solo dos noches de exposiciones, sino una experiencia colectiva en torno al arte.
