La regidora Carmen Corraliza es quien ha llevado, junto al alcalde Fernández, los trabajos de organización, que culminan con tres días de actos en el moll. «Este año los participantes, entre los que hay nuevos establecimientos, han tenido una gran predisposición y nos lo han puesto muy fácil», afirma sobre los preparativos.
Tras el viernes de Nit de Tapes, y la gran paella del sábado «en la que se servirán unas 1.200 raciones», llegará la Mostra, que alcanza la XIX edición. La gran dificultad de este año para esta cita ha sido «el volumen de capturas de llampuga, que nos ha tenido pendientes hasta el último momento, con dificultades en la pesca, mal tiempo, etcétera», relata, «pero al final se ha logrado cubrir, aunque sin llegar a las cantidades de otros años». Es por ello que «se espera pese a todo que sea una edición superior a las anteriores, con más ganas de vivir este fin de semana después de estos dos años de parón. Tanto para los restauradores como para los hoteles que colaboran las expectativas son muy altas».
Corraliza recomienda a los visitantes aparcar fuera del núcleo de Cala Rajada, donde será mucho más sencillo. Respecto a la seguridad ante la gran afluencia de público, la regidora afirma que se ha organizado el dispositivo habitual y que la localidad está totalmente preparada para que todos los detalles de la Mostra sean un éxito.