Victor Martí, alcalde de Binissalem, se refiere a esta Fira como «un evento más que consolidado, que representa uno de los acontecimientos sociales más significativos de cuantos se celebran en la Isla». Serán muchos los actos que se den en la población en estos días, pero Martí señala especialmente su significación como «un homenaje a todas las personas que a lo largo de los siglos crearon con su trabajo el gran patrimonio arquitectónico del pueblo. Esta feria mantiene su recuerdo vivo entre nosotros». Así mismo destacó también como esa labor dio como resultado la declaración de esa gran riqueza como Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1983. Todo ello son elementos más que suficientes para «invitar a todos los vecinos a salir a las calles y disfrutar de la Fira de la Pedra como el gran exponente que es de nuestra identidad como pueblo».
Por su parte, el regidor de Fires i Festes, Joan Andreu Sabater destacó también «el extenso programa de actos, un conjunto de actividades dirigido a todas las edades», además de mencionar «la oportunidad única para disfrutar de las numerosas exposiciones, talleres y celebraciones, como el Correfoc familiar y el Correfoc infantil. Todas ellas animan a la fiesta y a celebrar nuestra cultura». Dedicó palabras especialmente a una de las grandes novedades, la consulta popular sobre el modelo de elección de vermadores y vermadors de cara a la próxima Festa des Vermar, ya que «queremos que sean los ciudadanos los que decidan como se realizará esta elección en adelante».
La regidora de Comerç i Participació Ciutadana, Catalina Cortés, afirmó que una de las claves del éxito de la Fira «será la gran participación del tejido comercial, empresarial y asociativo del municipio». Numerosos cellers, bares y restaurantes participarán junto a artesanos o picapedrers, un factor que pone de relieve «la gran respuesta obtenida, tanto en cuanto a participantes como a público asistentes, que no deja de aumentar cada año».