Los profesionales de la carretera comparten una vía tan eficiente para ellos como para el resto de los usuarios.
Hasta la entrada en servicio a pleno rendimiento de la carretera desdoblada entre Palma y Manacor, todo el este de la Isla tenía una carencia que resultaba un peso muerto para su desarrollo. La movilidad de toda la zona estaba marcada por una carretera, la C-715, que no solo era anticuada, sino también peligrosa y muy lenta.
Estas características tenían un alto coste, que no se derivaba solo de los accidentes, sino también de los retrasos, el gasto extraordinario de combustible y tiempo. Eran de por sí factores negativos para los particulares y un freno a la hora de visitar ciertas zonas de la Isla o de que los vecinos de esos pueblos pudieran sentirse más conectados. La situación era más grave aún en el caso de que hubiera problemas médicos que necesitasen del traslado de pacientes. Una carretera lenta y atascada disminuía, por ejemplo, las posibilidades de supervivencia de un accidentado que tuviera que ser llevado a Manacor o a Palma por la gravedad de sus heridas. La ambulancias sufrían una situación similar a la de otros cuerpos de emergencia, que tenían que soportar desplazamientos lentos y poco seguros para acudir allá donde se les necesitara.
En un punto de vista más amable, aunque no menos expresivo de la situación, no son pocos los que afirman que incluso algunos bebés nacieron en pleno atasco mientras su padres trataban de llegar a un centro hospitalario. Los profesionales sanitarios vivían esta situación por duplicado en algunos casos, ya que además de afectarles los problemas de la C-715 en cuanto a la atención a enfermos, muchos también la sufrían como usuarios. Al hospital de Manacor llegaban para trabajar cada día desde varios puntos de la Isla, especialmente desde la capital, una parte importante de sus profesionales, que desde la apertura en 1997 hasta la conclusión del desdoblamiento, en 2006, tuvieron que recorrer cada día la vieja carretera, que sobre todo en algunos momentos concretos como los domingos, se convertía en una autentica ratonera.
El sector del transporte profesional también padecía los problemas de la vía. A la alta siniestralidad y la lentitud se añadían los mencionados sobre costes por tiempo de trabajo perdido y el poco fluido tráfico que provocaba un consumo excesivo de combustible. Tanto el transporte de mercancías como el de pasajeros se veían perjudicados, no solo en los trayectos entre las dos ciudades, sino entre los pueblos de las comarcas. El turismo, que tiene en todo el este uno de sus puntos más atractivos, se veía entorpecido por las comunicaciones ineficientes, que además eran un obstáculo para el pleno desarrollo de las zonas de playa más alejadas o para el acceso de los pueblos del interior al nuevo tipo de visitantes que en aquellos años iban aumentando tímidamente y que buscaban un contacto más estrecho con la tranquilidad y autenticidad de esas zonas.
El desdoblamiento levantó el telón de un nuevo escenario, en el que una parte significativa de Mallorca se convirtió en atractiva y cómoda tanto para profesionales como para visitantes. El transporte discrecional de pasajeros fue uno de los sectores directamente beneficiados. Su eficiencia ganó muchos enteros y mejoró la imagen de la Isla en el exterior. La carretera, de calidad, respetuosa con el paisaje y mucho más segura, ofrecía a los turistas un trayecto ágil y agradable y una sensación de territorio equilibrado pero a la vez moderno y eficiente.
En el ámbito privado, muchos mallorquines tuvieron más fácil fijar sus residencias en núcleos de población cercanos, como Algaida, que vivieron un gran desarrollo urbanístico y social, sin perder por ello su autenticidad. Algunas empresas, sobre todo las que estaban a pie de carretera, sufrieron por el hecho de que las variantes salieran de los pueblos, pero por contra otros negocios vieron como se abrían nuevas oportunidades con clientes que ya no temían aventurarse por una carretera en malas condiciones, con lo que algunos negocios crecieron en clientes potenciales.
El tráfico mejoró en muchos aspectos, fundamentalmente en esa seguridad, que los profesionales de la carretera agradecieron especialmente. Al descenso espectacular de muertes se unió la tranquilidad de que la gestión de la carretera velaba por su mantenimiento adecuado constante. No obstante, la carretera evoluciona al mismo ritmo que sus usuarios, especialmente si estos tienen en ella su lugar de trabajo. En los próximos años se vivirá una verdadera revolución en la forma de circular. Llegará la conectividad entre el vehículo y la vía, que permitirá avisar en tiempo real de cualquier problema directamente al conductor. Se vivirá la evolución de la energía hacia fórmulas más sostenibles, con la implantación de puntos de recarga tan frecuentes y accesibles como las actuales gasolineras. Todos estos avances no son meras quimeras. Ya se están planificando y serán una realidad antes de lo esperado en la Ma-15.
«La reducción del tiempo de transporte de pacientes es vital en casos urgentes» |
Joan Bennaser, actual director médico del Hospital de Manacor, puede aportar su experiencia sobre la Ma-15 desde dos ángulos distintos, como responsable en el momento del desdoblamiento del Servicio de Urgencias y como usuario habitual de la carretera. «La transformación supuso un cambio muy importante tanto a nivel asistencial como en el día a día de los trabajadores que residen fuera de Manacor y que utilizan el automóvil para llegar a su trabajo». En cuanto al primer punto, la eficacia de la asistencia, de especial importancia fue «la disminución del tiempo invertido en el transporte de pacientes en ambulancia, que es vital en los casos urgentes. En los que deben derivarse a nuestro centro de referencia en Palma el tiempo es siempre extremadamente valioso» asegura Bennaser. Lo mismo sucede «en el caso de los transportes programados de pacientes que acuden a otros centros sanitarios por determinados problemas de salud o en los recorridos del hospital al domicilio y viceversa». Este profesional también relata como su «sensación personal, como médico del Servicio de Urgencias en aquel momento, fue que disminuyó la siniestralidad relacionada con accidentes de tráfico ocurridos en ese tramo entre Palma y Manacor y que eran trasladados a nuestro hospital». En un terreno más personal, Bennaser afirma que «representó un avance en el transporte por carretera para los profesionales que residían en Palma y alrededores, y que debían realizar el anterior recorrido, más farragoso, lento e inseguro». En definitiva y desde su punto de vista como médico «la facilidad en la accesibilidad es un dato importantísimo cuando hablamos de la asistencia sanitaria, tanto en el caso de los profesionales como en el de los enfermos». |
«Los desdoblamientos evitarían 752 muertes al año» |
La transformación de la antigua C-715 en la Ma-15 trajo consigo «una mayor seguridad en la circulación en un tramo donde la intensidad circulatoria es además elevada». Así lo afirma Francisca Ramis Rebassa, que es desde 2018 jefa provincial de Tráfico en Balears. «La Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera han realizado un estudio en el que se concluye que si se desdoblaran las carreteras convencionales del Estado que tienen un solo carril por sentido y se equiparara su seguridad a la de autopistas y autovías, se evitarían 752 muertes al año». Es una cifra significativa, pero lo es aún más considerar que «las autopistas han salvado la vida, en los últimos diez años, de unas 20.000 personas», añade Ramis. «Las principales causas de accidentes en la antigua C-715 eran la invasión del carril contrario en los adelantamientos y los giros a la izquierda en accesos e intersecciones», factores que desaparecieron con el desdoblamiento. «Aún así es importante hacer seguimiento de los accidentes que se siguen produciendo para que se pueda mejorar cualquier factor relacionado con la vía en ellos y seguir así reduciéndolos» asegura. «Por nuestra parte, desde la DGT y a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, seguiremos aumentando el control para corregir infracciones en el uso del móvil o la utilización adecuada del cinturón de seguridad», prosigue y concluye afirmando que «estos controles seguirán siendo férreos, no solo en esta Ma-15, sino en toda la red de carreteras hasta lograr el objetivo de cero fallecidos». |
«A mejores vías, mejor servicio y más seguridad» |
Rafel Roig, presidente de la Federació Empresarial Balear de Transports (FEBT) y de Transport Discrecional de Balears, conoce a la perfección los entramados del transporte en Mallorca, así como las necesidades y preocupaciones de todos los profesionales del sector. Desde su actividad ha podido vivir en tiempo real todos los cambios que implicó el desdoblamiento que dio como resultado la Ma-15 y no duda en calificarla como una «buena iniciativa, que fue muy positiva para el transporte y la movilidad de la Isla». Como representante del transporte, no duda sin embargo de la conveniencia de seguir apostando por la mejora de las carreteras, sobre todo en los puntos más conflictivos: «Se han de seguir mejorando sobre todo los accesos a Palma, que siguen resultando problemáticos en esa y otras vías» afirma. Respecto a las ventajas que se ganaron con el desdoblamiento subraya el que «se ganó en tiempo y en ahorro de combustible, lo que redundó en una bajada general de los costes de desplazamiento». El sector, que en Mallorca tiene un gran ámbito de actividad por la industria turística, vio como la carretera facilitaba el negocio. En ese sentido sostiene que «la carretera entre Palma y Manacor es la principal conexión con muchas de las zonas turísticas más importantes que tenemos». Su conclusión es que «a mejores vías, mejor servicio y más seguridad». Este último factor, el de la seguridad, fue especialmente bien recibido «por unos profesionales que se pasan todo el día en la carretera». |