Comienza el año y llegan las buenas intenciones habituales, una de las cuales, tal vez la más frecuente, es comenzar a tener una vida sana, hacer ejercicio, adelgazar… Sin embargo, cuando la persona tiene ya cierta edad o algún riesgo, hay que ir con cuidado. Para ello es buena idea visitar al cardiólogo, ponerse en sus manos y escuchar sus consejos.
El Dr. Andrés Glenny, cardiólogo de Juaneda Hospitales, reflexiona sobre el ejercicio: «Es frecuente ver en la consulta cómo la gente es irregular en su práctica. Trabajan mucho y tienen horarios complejos, aunque cada persona debería poder hacer ejercicio un mínimo de tres o cuatro veces a la semana, aunque sin son cinco, o todos los días, sería mejor».
Especialista en cardiología deportiva, con consulta en el Hospital Juaneda Miramar, añade: «Se habla de 150 minutos semanales de ejercicio, a partir de la edad adulta, pero creo que es quedarse corto. Yo tengo pacientes que hacen una hora cada mañana y otra cada tarde. Esa frecuencia es mejor para que tenga más efectos beneficiosos sobre el metabolismo».
Para el Dr. Glenny el deporte realizado de modo adecuado tiene gran valor preventivo: «La práctica de ejercicio obra beneficios sobre la tensión arterial, el colesterol en la sangre, sobre la frecuencia cardíaca… es decir, sobre todas las cosas que nos van a reducir el riesgo de sufrir un infarto o una angina de pecho, que harán que vivamos más».
El especialista destaca que problemas de salud en estadíos iniciales pueden comenzar a tratarse así: «Los beneficios del ejercicio los vemos cada día sobre quienes lo practican. Tenemos pacientes que llegan con hipertensión, por ejemplo y les indicamos solo medidas higiénico dietéticas, como comer sano y hacer ejercicio 4 o 5 días y 40 minutos diarios».
«Con estas medidas —continúa el reputado cardiólogo de Juaneda Hospitales— muchos pacientes se evitan muchos años de medicación, tener que tomar cada mañana la pastillita. Y además, si los problemas cardíacos están controlado de manera natural su evolución será mejor y las complicaciones serán menores, de hecho, viviremos más».
Siempre de acuerdo con el médico y a la edad y condición del paciente, «caminar rápido (no mirando escaparates) se considera uno de los mejores ejercicios, desde el punto de vista cardiovascular y para prevenir muchas otras enfermedades, como la osteoporosis, o fortalecer el hueso, siempre con el impacto suave de la pisada».
A los más valientes, sobre todo si ya han cumplido años, el Dr. Glenny pide prudencia: «A una persona de 70 años no le recomendaría que comenzara levantando grandes pesos, sino, poco a poco: caminar, usar la elíptica, ese tipo de ejercicios que sabemos que no tienen riesgo de una fractura patológica, como sería el aplastamiento de una vértebra».
Y no solo se trata de hacer ejercicio con sentido común, sino de realizarse las revisiones necesarias: «Siempre recomendamos a nuestros pacientes un electrocardiograma periódico, algo adecuado para cualquiera, como la ITV de las personas. Sirve para prevenir enfermedades y para saber si hemos de estar más atento a determinados síntomas».
Hacer ejercicio reduce el riesgo, pero no lo elimina, por lo hay que estar siempre atento: «En el caso puntual de alguien que ya practique deporte y un día tenga un síntoma sospechoso, como cansarse más o sentir palpitaciones, buscaremos algo más, empezando por el electro, siguiendo por una ecografía que nos permite ver la estructura del corazón».
Y para quienes quieran profundizar siempre hay pruebas más específicas que generan mayor información: «En pacientes que ya quieren tener una mayor seguridad, hacemos una prueba de esfuerzo, corriendo una cinta con una serie de sensores. Se ve cómo se comporta la tensión, el electrocardiograma y si el paciente tiene algún síntoma».