El sistema robótico está conformado por una consola independiente que ofrece un campo de visión 3D con imágenes de alta resolución y unos mandos que permiten al cirujano manejar 4 brazos articulados capaces de rotar 360º con un pulso y precisión perfectos, superiores a la capacidad del brazo humano. Estas ventajas, permiten realizar incisiones de menor tamaño, una tasa de infecciones o complicaciones menor, menos dolor postoperatorio y generalmente una hospitalización más corta, así como una recuperación más rápida. En conjunto, un enorme avance en la seguridad general del paciente durante la intervención y la posterior recuperación.

Actualmente, en Estados Unidos el 85% de las prostatectomías ya se realizan mediante cirugía robótica

Todas estas ventajas, convierten a la cirugía robótica asistida en el abordaje de elección frente a la cirugía laparoscópica convencional o la cirugía abierta, especialmente en procedimientos como la prostatectomía radical y algunas intervenciones ginecológicas, digestivas u orofaríngeas.

La doctora Marta de la Cruz «La visión tridimensional del campo quirúrgico y la perfección de los movimientos que proporcionan los brazos del robot permiten realizar cirugías con precisión milimétrica, lo que reduce los efectos secundarios de una prostatectomía radical, logrando así un mejor resultado en la preservación de la función sexual y la continencia urinaria del paciente»

Evidencia científica

Estudios recientes, como, por ejemplo, el publicado en Surgical Endoscopy titulado "The Death of Laparoscopy" reflejan como la cirugía robótica está imponiendo su superioridad técnica para la realización de procedimientos mínimamente invasivos, con máxima precisión.

La doctora Marta de la Cruz experta en cirugía de próstata de Clínica Rotger, explica como la visión tridimensional del campo quirúrgico y la perfección de los movimientos que proporcionan los brazos del robot: «Permiten realizar cirugías con precisión milimétrica, lo que reduce los efectos secundarios de una prostatectomía radical, logrando así un mejor resultado en la preservación de la función sexual y la continencia urinaria del paciente».

Desde la implantación del Robot en la renovada área quirúrgica de la Clínica Rotger, su equipo de especialistas acumula numerosos casos de éxito en cirugías de próstata, cirugía ginecológica, cirugía orofaríngea, así como intervenciones pioneras en Baleares como el primer by pass gástrico robótico o la primera Acalasia con asistencia de Robot.

Hallazgos recientes, basados en series históricas con datos y seguimiento a más de 131.000 pacientes concluyen que el abordaje quirúrgico robótico refleja mejores tasas de recuperación de la función eréctil, durante todas las etapas posteriores a la intervención.

Recuperación del paciente post Cirugía Prostática Robótica

El informe publicado en «Andrology» profundiza sobre la evolución del paciente en cada etapa:

• Transcurrido el primer mes desde la intervención, la recuperación eréctil alcanzó el 35% en pacientes operados con el soporte robótico frente al 16% de la cirugía abierta. Y el 12% con cirugía laparoscópica. Pasados 12 meses de la intervención, la recuperación gracias al abordaje robótico alcanza un 59% frente al 41% o el 55% de la cirugía abierta o laparoscópica respectivamente.
• Finalmente, a los 18 meses, los pacientes intervenidos con el Robot Da Vinci, alcanzan una tasa de recuperación del 67% mientras que otras opciones oscilan entre el 58 y 52%.
  Unos resultados, en preservación de las bandeletas neurovasculares y recuperación de la función eréctil que justifican que, por ejemplo, en Estados Unidos, se opte preferentemente por la asistencia robótica para el abordaje de la cirugía de próstata en el 85% de los casos.

Los mismos estudios apuntan a que en el año 2025, nuevos procedimientos robóticos alcanzaran también tasas superiores de elección preferente frente a otro tipo de técnicas, como el abordaje laparoscópico.

Robot Da Vinci como plataforma de atracción de talento médico

Por otro lado, el acceso de los cirujanos a la plataforma robótica exige una formación específica para adquirir las habilidades necesarias que esta tecnología requiere. Este proceso permite seleccionar a los cirujanos que cuentan con más destreza y experiencia quirúrgica, así como una trayectoria acreditada de buenos resultados profesionales. En este sentido, los centros hospitalarios equipados con el Robot Da Vinci Xi, mejoran su seguridad quirúrgica y la calidad asistencial que ofrecen al paciente puesto que son una fuente de atracción de talento e incorporación de los mejores especialistas a su cuadro médico.