—¿Qué tipo de crema debemos usar para una jornada de golf, cómo y dónde ponerla y cómo renovarla, vale la misma crema para cualquier persona?
—Los dermatólogos siempre recomendamos un factor protector de 50 plus. Además, siempre que se practica algún deporte es mejor que el factor sea específico para deportistas, porque esos protectores suelen ser más resistentes al sudor. Hay que aplicarlo en todas las zonas que vayan a estar expuestas al sol, sin olvidar las orejas, que frecuentemente se olvidan, y hay que irlo reponiendo aproximadamente cada dos horas, cada vez que se haya sudado mucho o se haya eliminado producto por el roce.
—Imaginamos que no es lo mismo, respecto a la prevención solar, prepararse para jugar al golf en primavera, verano, otoño o invierno, aunque el sol siempre está ahí… ¿cuáles son las medidas preventivas de cada época del año de cara a la protección solar?
—Las medidas más eficaces van a ser las físicas. Utilizar gorras, sombreros o pantallas, además, aplicar siempre protector solar en crema. Algo bastante útil es conocer el índice ultravioleta, algo que nos indican muchas de las aplicaciones que tenemos hoy en día en el móvil para conocer el tiempo atmosférico y que nos señalan el índice de radiación ultravioleta del lugar y en el momento y lugar en el que nos encontramos. Cuando es mayor a 3 siempre hay que llevar crema solar. Y eso es algo que lo podemos comprobar en cualquier momento del año según nuestra localización.
—Con estos consejos nos protegemos contra el exceso de sol en la piel, que puede provocar desde envejecimiento prematuro a varios tipos de cáncer; pero ¿qué otras enfermedades dermatológicas son de riesgo en esta práctica deportiva, en el golf?
—Vale la pena recordar que Mallorca es una zona endémica de leishmaniasis y que la trasmiten los mosquitos. En zonas donde hay agua estancada hay más probabilidad de que estos mosquitos puedan transmitir esa enfermedad a través de las picaduras. Por eso es importante que cuando practiquemos este tipo de deportes vayamos adecuadamente protegidos con repelentes anti insectos, especialmente durante los meses de calor, que es cuando más incidencia hay de contagio de esta enfermedad.
—Las manos son una de las partes del cuerpo que los jugadores de golf cuidan más y pueden presentar más problemas. ¿Qué sugerencias nos puede hacer a nivel de cuidados dermatológicos, ya no solo en cuanto al sol, sino por roces, sudoración, hidratación…?
—Así es. Hay que recordar que el sudor es un gran irritante y mantener una zona húmeda puede causar irritaciones. Como medidas preventivas, se aconseja siempre mantener esas zonas lo más limpias y secas posibles y si a pesar de ello continúan las irritaciones u otras molestias, especialmente por llevar el guante en golf, se pueden usar las cremas barrera, que ayudan a mantener la zona protegida.
—¿Es importante conocer nuestro tipo de piel, verdad?
—Efectivamente. Hay que conocer que cuanto más clara es la piel más riesgo tenemos. El propio pigmento de la piel nos ofrece una protección contra las radiaciones ultravioletas. Cuanto más claro sea el color del pelo y de la piel, más riesgo tenemos de sufrir algún cáncer cutáneo si estamos poco protegidos frente al sol. Sin embargo, las personas con piel morena no están exentas de sufrir algún cáncer cutáneo ni del envejecimiento prematuro de la piel que el sol produce. Por tanto, todos somos susceptibles de sufrir los efectos nocivos del sol, así que siempre recomendamos tomar las medidas necesarias para protegernos de él.