R.H., de 58 años, llegó a la UMBIR con un cuadro de síntomas altamente incapacitantes causados por un COVID persistente. Tenía «debilidad muscular generalizada con afectación diafragmática, lo que le condiciona una capacidad pulmonar disminuida, vértigos, problemas de memoria y de concentración, calambres musculares, problemas gastrointestinales y dolores abdominales, además de los daños psicológicos que sufría tras un año de enfermedad sin que encontrara una solución a su problema médico».
«Estos síntomas —añade el Dr. Hernández— le impedían caminar más de 15 o 20 metros sin tener que pararse y le condicionaban sus actividades básicas diarias». El Dr. Hernández le indicó un nuevo tratamiento denominado «Terapia de Hemoperfusión Recirculatoria».
Este procedimiento «consiste en una técnica similar a la diálisis, que realizamos por acceso venoso periférico, insertando una cánula que extrae sangre venosa y que se hace pasar por un filtro de hemoperfusión donde se absorben toxinas y otras sustancias de desecho del organismo. La sangre filtrada se reinfunde, previamente oxigenada y ozonizada, lo que proporciona beneficios terapéuticos adicionales a la salud del paciente».
Tras la primera sesión, «el paciente, que había llegado de Barcelona con necesidad de asistencia para sus desplazamientos, pudo volver a la Ciudad Condal, sin ayuda, tras solo una sesión de tratamiento. En total ha realizado 4 sesiones de tratamiento y la mejoría, que no había logrado con otros tratamientos durante 1 año, es ya considerable, lo que le ha permitido reincorporase a su trabajo y recuperarse de la mayoría de los síntomas que padecía», añade el Dr. Hernández.
«La Terapia de Hemoperfusión Recirculatoria —explica el director de la UMBIR— no es una terapia nueva, pero su uso con ozono es una técnica que ha ganado interés en los últimos años. Recientemente ha sido evaluada por el Karolinska Institutet, en Suecia, una de las principales instituciones educativas del mundo en el ámbito médico, y centro referente donde se otorgan los Premios Nobel de Medicina».
El Dr. Alberto Hernández relata como «los científicos de esta institución han publicado un estudio que revela que la Terapia por Hemoperfusión Recirculatoria es un tratamiento eficaz contra la sepsis urinaria por la bacteria E. Coli, infección que conlleva una elevada mortalidad».
«El estudio sugiere que el sistema de Hemoperfusión Recirculatoria con sangre ozonizada podría ser una opción prometedora para el tratamiento de sepsis causada por E. coli, dado que observaron una reducción en los niveles de bacterias en la sangre y en los tejidos, así como una disminución en los biomarcadores de inflamación».
«Los casos que hemos tratado con esta terapia son muy variados, pero en todos ellos hemos visto un resultado satisfactorio. Dado el doble efecto que logramos, eliminando toxinas y oxigenando la sangre, hemos visto que es muy eficaz en pacientes con enfermedades respiratorias, trastornos circulatorios, enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel, enfermedades del corazón, enfermedades neurodegenerativas, en infecciones, y en presencia de toxicidad».
Además, añade, «tenemos pacientes que se realizan la terapia de manera preventiva para desintoxicar el organismo de una manera rápida. No obstante, la terapia de hemoperfusión recirculatoria se ha utilizado durante años para eliminar de forma rápida y eficiente sustancias tóxicas del organismo incluida la intoxicación por metales pesados», concluye el Dr. Alberto Hernández, director de la Unidad de Medicina Biológica Integrativa y Regenerativa de Juaneda Hospitales.