Imagen de familia de miembros del Banc de Sang y la Conselleria con las donantes y receptoras de leche materna. | Miquel Àngel Cañellas

Un total de 154 recién nacidos se beneficiaron el año pasado de leche materna procedente de donaciones gracias a la labor de una de las entidades más útiles aunque quizás menos conocidas de la administración, el Banc de Llet. Esta cifra es la más alta en cuanto a receptores que se ha registrado desde su creación, en 2013.

La tarde de este lunes, la Fundació Banc de Sang i Teixits quiso rendir homenaje en el centro cultural la Misericòrdia a las 82 donantes del año pasado, así como a la Unidad de Neonatología del hospital Son Espases con motivo de la celebración del Día Mundial de la Donación de Leche Humana el pasado domingo, 19 de mayo.

Y es que hasta 118 de los recién nacidos que necesitaron una donación de leche materna correspondían al hospital de referencia ya que, como es sabido, al tener la UCI neonatal es donde están los prematuros con menor peso de esta comunidad, Por otro lado, el uso de leche materna procedente del Banc ha alcanzado cifras récord.

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Rosa Maria Tarragó, Javier Calvo y Elena Esteban durante el acto. Foto: M.A. CAÑELLAS

De las 82 madres que donaron su leche el año pasado era la primera vez para 67 de ellas. Entre todas se consiguieron obtener 458,52 litros de leche, de los que se distribuyeron un total de 385,5.

Cuando el Banc de Llet recibe una donación de leche materna, ésta se mantiene ultracongelada hasta su procesamiento pues uno de los aspectos más importantes en todo en el proceso de preparación de leche pasteurizada es el valor nutricional que, en sus laboratorios, se realiza mediante la determinación de la concentración de la proteína.

Durante todo el año pasado se descongelaron 438 litros de leche para su procesamiento y apenas se descartó un 7 % del total, en cualquier caso se hizo por contaminaciones no deseadas.

Una vez se procesó, el 98 % de la leche pasó por una serie de controles microbiológicos tras los que se demostró apta para su distribución entre bebés de bajo peso, principalmente entre los casos extremos de recién nacidos con menos de 1.500 gramos, que no pueden recibir leche de su propia madre.

Tras la pasteurización la leche se mantiene congelada en el Banc de Llet a menos 30 grados hasta que es necesaria la distribución. Los 385,5 litros repartidos el año pasado fue la cifra más alta que se ha ofrecido y demuestra la importancia de este recurso entre los bebés prematuros que nacen con bajo peso.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a sus recomendaciones, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.