«Yo aconsejo a las mujeres que se hagan la primera mamografía a los 40 años, porque la incidencia de cáncer de mama en población joven ha aumentado mucho. Además, es muy importante una buena historia clínica individualizada de cada paciente, distinguiendo los cáncer de mama esporádicos en una misma familia de los que son hereditarios».
Son palabras de la Dra. Pepa Manzano, reputada especialista en Ginecología con consulta en Clínica Juaneda, quién destaca «la necesidad de personalizar la asistencia según las características de la paciente: antecedentes de cáncer de mama en la familia, exploración física y seguimiento radiológico en función de los resultados de la primera exploración».
La Dra. Manzano, aconseja «la primera mamografía, a partir de los 40 años y luego, en función de los resultados y de la historia clínica de la paciente, ya veremos si se ha de hacer otra a partir de los 50 años o hay que indicarle que vuelva antes» dado que hay que distinguir una mamografía dentro de un programa de cribado o por sospechas de la mujer.
Y es que «en los programas de cribado, la mujer que acude a ser examinada por un criterio de edad, no tiene en principio ninguna sospecha», explica la ginecóloga, y añade: «En esos programas se le hacen pruebas para confirmar que todo esté bien, mientras que cuando existe la sospecha de un tumor de mama, la exploración radiológica es imprescindible».
«Hay que tener en cuenta —añade la especialista— que la mamografía es la mejor prueba diagnóstica ante el cáncer de mama. La exploración manual del pecho no llegará nunca a los grados de sensibilidad y especificidad de esta prueba radiológica», además, recuerda, «cada vez se están detectando más cánceres de mama en mujeres cada vez más jóvenes».
Por todo ello, «existiendo una prueba como ésta, con unos costes muy razonables, es conveniente que se sepa que puede ser buena idea adelantar la primera mamografía, y más si hay sospecha por síntomas o por antecedentes familiares, que si son por mutaciones de los genes BCRA1 y BCRA2 aumentan mucho el riesgo aún en edades tempranas».
El programa Juaneda Accesible incluye dos chequeos: Exploración Ginecológica, citología ADN, papilomavirus, ecografía ginecológica, uno de ellos, y exploración ginecológica, ecografía ginecológica, citología ADN, papilomavirus y mamografía bilateral, el otro, ambos con precios especiales para pacientes sin seguro y en largo periodo de espera.
Ante la detección de un tumor a través de una mamografía hay que realizar una biopsia, que puede tener varios niveles de complejidad. En Juaneda Hospitales los resultados de estas pruebas llegan en pocos días. «Una prueba de anatomía patológica sin inmunohistoquímica viene a tardar entre siete y diez días», explica la Dra. Pepa Manzano. Y explica:
«Una anatomía patológica con inmunohistoquímica, tarda una semana más. La diferencia es que el primer caso (biopsia simple) es una descripción de lo que el especialista en Anatomía Patológica diagnostica al ver las muestras en el microscopio, de modo que se puede determinar su malignidad. La inmunohistoquímica busca proteínas marcadoras del tumor maligno para afinar el diseño del tratamiento, imprescindible para mejorar la supervivencia de la paciente».