Ha tardado dos meses en conceder esta entrevista y durante este tiempo ha conseguido apaciguar al colectivo médico que amenzaba con una huelga de la que se conocen los acuerdos alcanzados pero no el precio de la paz social antes de elecciones. Miquel Caldentey (Palma, 1973) es gerente Atención Primaria desde 2015, un puesto que se ha complicado más de lo que prometía hace ocho años.
Han evitado una huelga que se ha convocado en otras comunidades, ¿está la Atención Primaria de Mallorca mejor que el resto?
—Creo que sí. El hecho que no haya huelga es porque se ha llegado a acuerdos que otras comunidades están buscando. La pandemia se encontró con una Primaria fuerte y hemos salido mejor, es verdad que hubo muchos problemas, pero no estamos en la UCI sino todo lo contrario. La gente tiene ilusión, los profesionales tienen proyectos y quieren más tiempo y en esa línea vamos.
¿Con las medidas aprobadas hay más gente interesada en trabajar en Primaria?
—Se ha empezado hace poco. Hay que intentar que el trabajo sea lo más atractivo posible y hay que fidelizar. Se retribuyen bien las horas extra y las guardias pero hay otros temas que no son económicos. No ha llegado mucha gente pero sí los hay que se informan. Los residentes que acaben o vengan de otro lado ya tendrán un contrato de tres años.
¿En qué situación está la plantilla de médicos?
—Tenemos cupos altos con una media de 1.750 pacientes por médico y hay que intentar bajarlos a 1.500. Para este objetivo hay que asumir a más profesionales. Ahora están casi todas las plazas cubiertas y todos los pacientes tienen médico asignado aunque a veces sea interino o eventual.
El Sindicato Médico dijo en verano que había 50 consultas sin médico.
—Igual con un contrato interino, pero hay un médico. Son eventuales contratados por temporada.
¿Qué les diría a los que se quejan de que hay que esperar dos semanas para ver a su médico ?
—Las demoras van mejorando pero basta que haya un festivo para que se acumulen. El problema era controlar el acceso de la población a las agendas de los médicos porque el 90 % de las llamadas al centro de salud son para ver a uno y a veces no es lo que necesitan. Había que poner filtros, por eso se creo InfoSalut, que controla el acceso del paciente y lo deriva y redirige. El 30 % de lo que ve un médico pueden atenderlo otros profesionales y un 30 % es burocracia. En junio se implantó en todos los centros de salud y ya atiende a 80.000 llamadas al mes, creemos que las demoras bajarán progresivamente.
Lo que crece es el número de usuarios, ¿sabe en cuánto?
—En 2022 hubo 8 millones de consultas entre médico de Familia, Pediatría y Enfermería. Cada vez viene más gente y hay más turistas durante más tiempo. Se necesitan más profesionales para superar las temporadas turísticas o la ola de gripe lo mejor posible.
¿Se atenderá la petición de los pediatras de crear unidades grandes y dejar de tener consultas en todos los centros de salud?
—Pediatría necesita un cambio de modelo pero en Mallorca las decisiones que pueden ir bien para los 19 centros de salud de Palma no irán bien para la part forana. Nosotros creemos en la accesibilidad y un niño de Sóller debe verse en Sóller y a uno de s’Escorxador no puedes mandarlo a la otra punta. Apostamos por centros de salud fuertes con el personal que toca y bien organizado. Y si después lo vemos necesario se pueden adoptar otras opciones. Lo suyo es fidelizar a más pediatras que es la línea en la que estamos ahora, sin descartar sus peticiones.
Sin embargo, Alaró, por ejemplo, lleva sin pediatra desde octubre...
—Correcto. En 2022, el IB-Salut nos asignó 16 plazas nuevas de médicos de Familia e hicimos un proceso de interinaje a mediados de noviembre para empezar el 1 de diciembre que, además, coincidió con un concurso de traslados. Se movieron unos 66 médicos de su lugar de trabajo. El pediatra de Alaró se fue a otro centro y mientras buscábamos un sustituto hubo un impass. No digo que no falten médicos pero son cosas circunstanciales.
¿Cómo cambiará Palma en los próximos años?
—Se han invertido 3 millones de euros en obras menores que han permitido, por ejemplo, hacer cuatro consultas nuevas en Son Gotleu. En Palma hay tres Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP): Escola Graduada, Son Piçà y Escorxador, y la idea es hacer Bons Aires, La Soledat y el de sa Teulera, en el nuevo Son Dureta. Cuando estén construidos habrá que ver cómo queda la distribución de la población.
Un colectivo que sigue enfadado es el que trabaja en el SUAP. Dicen que nadie quiere ir porque la mitad las plazas son eventuales...
—Nos hemos reunido con ellos y estamos negociando. Haremos 4 plazas de interinajes para quitar al personal eventual y mejorar las condiciones de trabajo.
¿Las largas listas de espera repercuten en el servicio de Urgencias?
—Sí y no. Lo que hay que tener es una Primaria resolutiva porque lo que queremos es solucionar el problema al paciente. A veces se hace derivando a otro compañero que si lo ve en un tiempo razonable soluciona el problema pero si no, el paciente va a otros dispositivo, y eso es lo que hay que evitar.
¿Cómo están las Urgencias de los centros de salud este mes?
—Han subido mucho por la gripe, como esperábamos. Ahora sigue subiendo pero estamos organizados para asumir el volumen. El pasado mes de diciembre ya se notó el incremento de trabajo que ahora se mantiene.