El Dr. José J. Hernández, director de Pediatría del Hospital Juaneda Miramar, en el hall del servicio.

Como todos los años por estas fechas, llega la enfermedad mano-pie-boca, una infección que causa llagas en la boca, manos, pies y nalgas (de ahí su nombre). La mayoría de las veces afecta a los niños pequeños, aunque los mayores y los adultos también pueden contraerla.

Esta enfermedad suele ser benigna y sin complicaciones y desaparecer sola en una semana aproximadamente. Hay medidas que pueden ayudar a aliviar los síntomas y propagarla, como lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con otros niños infectados.

El Dr. José Hernández Flores, director del Servicio de Pediatría del Hospital Juaneda Miramar, señala las particularidades de esta enfermedad, que aunque es fácil de controlar, debe ser diagnosticada y tratada de una forma consciente, evitando su propagación.

Es por ello aconsejable que se evite llevar al niño a la guardería para evitar el desarrollo de brotes epidémicos, dada la alta capacidad de contagio de los virus que la producen. O al menos hasta que se encuentren sin fiebre y sin lesiones abiertas y/o sobre infectadas.

«La enfermedad mano-pie-boca está causada un por virus, principalmente por Coxsackievirus o enterovirus», explica el Dr. Hernández. Y añade: «la vía de entrada más habitual de estos virus es la respiratoria, lo que explica su elevada contagiosidad».

Esta enfermedad puede ser diagnosticada clínicamente, «por aparición de llagas en las zonas de normal afectación que le dan el nombre (manos, pies, boca… y nalgas)», detalla este especialista en Pediatría de Juaneda Hospitales.

El tratamiento de esta enfermedad «es puramente sintomático», añade el responsable del Servicio de Pediatría del Hospital Juaneda Miramar, como es tan frecuente en las patologías generadas por virus, en las que hay que esperar a que el organismo supere la infección.

Durante esta espera, eso sí, y siguiendo siempre el consejo, la prescripción y el control del médico pediatra, se puede actuar remediando, en la medida de lo posible, las molestias y la sintomatología, con las opciones farmacológicas disponibles.

«Si la infección da fiebre y/o dolor se prescribe paracetamol», explica el Dr. Hernández. El periodo de incubación «suele ser de una semana» y «las personas con la enfermedad tienen más probabilidades de transmitirla durante los primeros siete días».

Sin embargo, «el virus puede vivir en el cuerpo durante varias semanas o incluso meses después de desaparecer los síntomas», destaca el director del Servicio de Pediatría del Hospital Juaneda Miramar, como otro elemento a tener en cuenta de cara a la prevención.

Lo mejor que se puede hacer para evitar la transmisión de la infección es «lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón, incluso cuando el niño ya se siente mejor» y «enseñar a los niños «a lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de usar el WC».

Es importante «desinfectar las mesas, los juguetes y otras cosas que podría tocar un niño», siempre según el consejo del Dr. José Hernández. Por todo ello, si un niño tiene la enfermedad, «no lo envíe a la escuela o guardería si tiene fiebre o si no se siente suficientemente bien».

La infección 'mano-pie-boca' «es una enfermedad bastante benigna, es muy raro que se produzca alguna complicación; simplemente hay que ser pacientes, tener una adecuada higiene y se pasará sin problemas», concluye el especialista de Juaneda Hospitales.