El abadejo es especialmente valorado en países del norte de Europa. Además de su contenido de omega 3, aporta proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y minerales como selenio y fósforo, beneficiosos para la salud cognitiva y la función cardiovascular. Su bajo contenido en mercurio lo hace una opción segura para todas las edades, incluyendo mujeres embarazadas y niños.
Beneficios del abadejo: más allá del omega 3
El omega 3 es conocido por su papel en la reducción de inflamación, mejora de la salud cerebral y prevención de problemas cardiovasculares. Sin embargo, el abadejo ofrece más que solo estos ácidos grasos. Es bajo en grasas saturadas y tiene vitaminas que favorecen el metabolismo energético y el sistema nervioso. Su consumo regular podría ayudar a mantener una buena función cerebral, beneficiando la memoria y la concentración a largo plazo.
¿Cómo consumir abadejo?
Una de las ventajas del abadejo es su versatilidad en la cocina. Se puede cocinar a la plancha, al horno, en guisos o como parte de ensaladas y sopas. Su sabor suave y carne firme lo convierten en una excelente opción para diferentes tipos de platos, desde los más simples hasta los más elaborados.
El abadejo no solo es una fuente de omega 3 más accesible y económica en comparación con otros pescados grasos, sino que también es más bajo en calorías, lo que lo hace ideal para incluir en dietas variadas y saludables. Su alto contenido de nutrientes y bajo riesgo de mercurio garantizan una dieta equilibrada sin comprometer la salud.