Enric Ballesteros participó en el acto ‘Las Maravillas del Mar Balear', una invitación a conocer y conservar un entorno natural único: el de las aguas que rodean las Islas. | Youtube Ultima Hora

«Cuanto más disfrutemos del mar, más vayamos y más lo conozcamos, más lo protegeremos». Emma Cebrián, bióloga del CSIC, resumió en esa frase el llamamiento a aprender y proteger el gran tesoro submarino del Mar Balear que recorrió todo el acto del Club Ultima Hora, la Fundación Marilles e IB3, celebrado este martes en el cine Rívoli de Palma. Los asistentes, que llenaron el auditorio, fueron los primeros en ver imágenes de la serie documental Arxipèlag Blau y, además pudieron escuchar las voces de expertos como Cebrián; el también biólogo del CSIC, Enric Ballesteros, y del fotógrafo y presidente de la fundación Shark Med, Agustí Torres.

Este último, que ha participado en la realización de la serie, destacó: «Estamos muy acostumbrados a ver documentales muy espectaculares que nos muestran un mundo muy exótico y no nos damos cuenta de que lo tenemos muy cerca. Si aprendemos a verlo, nos daremos cuenta de que en la playa más cotidiana podremos encontrar historias tan apasionantes como en otro lugar del mundo». Además de la mesa redonda en la que participaron los tres invitados, Ballesteros pronunció una conferencia con su mirada apasionada sobre el Mar Balear. «Muchas veces me tiro al agua en varios sitios de las Islas y, en un momento dado no sé si estoy en el Caribe o en Balears», explicó. Se refería al efecto similar al de los arrecifes de coral que provoca la posidonia. «Es una catedral. Hay una fauna de peces juveniles de todo tipo que tienen en esos hábitats su lugar natural y que, sin él, dejarían de existir». Según dijo esa riqueza ha desaparecido del todo en la Península.

Ballesteros explicó como, cuando hizo su tesis doctoral hace cuatro años, se encontró con un único estudio sobre algas del Mediterráneo, hecho en Francia en los años 30. «Me sumergía en Catalunya y no las encontraba. Fui al lugar donde se hizo esa tesis y tampoco, habían desaparecido. Acabé la tesis, me hicieron profesor y el primer proyecto que tuve fue en Fornells. Comencé a ver allí todos los hábitats que habían desaparecido. Ahí estaban, fantástico. Aluciné».

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Enric Ballesteros, en un momento de su conferencia.

Ballesteros también puso en valor las imágenes de Arxipèlag Blau: «Las imágenes tienen un poder impresionante porque tocan la emoción de la gente. Los científicos podemos escribir centenares de artículos, pero sin imágenes, no llegaremos a conseguir que ningún mar se proteja. El mar se protege por la emoción, no por el criterio científico y estamos acostumbrados a que nos pongan el arrecife de coral de Australia, pero no vemos lo que hay en s’Arenal». También defendió la implantación de un diez por ciento de reservas marinas muy estrictas en las Islas. «Es necesaria una gestión integrada del mar. No vale tener una reserva y luego carta blanca, pero esos espacios sirven para que críen especies que luego se extienden. Todo el mundo sale ganando», aseguró. Recordó su primera inmersión en Cabrera en los años 80. El paisaje marino estaba cuidado, pero no había peces. Ahora, gracias a la reserva, «está llena de meros».

Historia

También contó la historia de la Laminaria Rodriguez, descubierta en el siglo XIX por un naturalista en Menorca, Joan Joaquín Rodríguez. El Canal de Menorca recoge el principal foco de todo el Mediterráneo de esta especie, en peligro crítico de extinción. «Cuando se mira allí estamos viendo lo mismo que vio Rodríguez hace 150 años», señaló, algo que no ocurre en otros lugares del Mediterráneo.

Agustín Torres también insistió en la idea de que no es posible pensar de manera aislada. «Todos los ecosistemas son importantes para la salud del conjunto. Es un sistema en el que una cosa depende de la otra». También reclamó un «respeto absoluto» sobre las decisiones de gestión. «Individualmente tendremos limitaciones y no podremos hacer cosas que hacíamos antes, pero una gestión sin control es imposible. La única manera de gestionar es en base de estudios científicos bien hechos y ser muy fieles a lo que nos dicen que podemos hacer». También explicó parte de las dificultades que supone llevar a cabo un rodaje como el de la serie en el mar. «Tenemos condicionantes que no hay en tierra».

Cebrián concretó algunas prioridades a la hora de preservar estos ecosistemas: «Es importante dejar de hacer ciertas actividades, hacer esfuerzos en la calidad del agua. Vigilar que las aguas que llegan al mar estén depuradas». Apuntó que la lucha contra el cambio climático es una tarea global, imposible de acometer solo desde Balears. Sin embargo, sus efectos se reducen si se vigilan otras cosas. «Contra el calentamiento global es muy difícil luchar, pero sí podemos mejorar la calidad del agua». Sobre qué puede hacer cada uno, para Cebrián, la clave está en hacer presión social de cara a quien toma las decisiones. «Coger a quienes tienen el poder para que sean lo más valientes posible para ir a cuestiones de máximos».

Conservación

Los tres expertos coincidieron en una percepción: el mar está ahora más turbio que hace unos años. «Sigue siendo azul, pero más gris. No sé a qué se debe esta turbulencia del agua. Los colores del fondo no brillan como antes», explicó Ballesteros, que lo atribuye a una posible conjunción de factores como microplásticos y otras posibles contaminaciones. «Es una cosa que comentamos a menudo. Hay lugares en concreto que no tienen la misma luminosidad», coincidió Torres.

El acto, moderado por la directora de IB3 Ràdio, Maitane Moreno, fue presentado por los responsables de las tres entidades organizadoras. Carmen Serra, presidenta del Grup Serra, pidió al público «abrir bien los ojos y sumergirnos en el mar para contemplar las maravillas que rodean el Mar Balear, saber más y proteger su valor ecológico». El director general de IB3, Andreu Manresa, señaló que, la proyección de este martes, fue solo «una cata» de lo que supondrá la serie, que se estrenará en 2023. Aniol Esteban, responsable de Marilles recordó: «Estas islas, nuestro bienestar y prosperidad están estrechamente ligados a la conservación del mar y de la costa. Sorprende la poca atención que le dedicamos y la poca financiación».