La sociedad mallorquina ha cambiado tanto en 125 años como lo han hecho las ciudades, los pueblos y la geografía de Mallorca. El vuelco se ha acelerado estas últimas décadas gracias al desarrollo de las comunicaciones, al dinamismo de la industria turística y a las inversiones internacionales en la adquisición de bienes inmuebles.
LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS
Democracia parlamentaria
La Comunitat de les Illes Balears tiene su Govern con sede en Palma. Sus principales competencias son educación y sanidad, unos servicios gratuitos para los ciudadanos. Su presidente es elegido por un Parlament situado en el antiguo edificio del Círculo Mallorquín. Cada Isla del archipiélago tiene un consell insular. Su principal cometido es de carácter territorial y medioambiental. Cada cuatro años los residentes mayores de edad eligen por sufragio a los ediles y diputados del Parlament y del Consell. Se mantienen los ayuntamientos y las figuras de los delegados del Gobierno (antiguos gobernadores) y de los comandantes generales (antiguos capitanes generales), con despacho en la Almudaina. Estas dos figuras pertenecen a la administración general del Estado. Como en 1893, hay guardias urbanas en Palma (ahora policías locales) y guardias civiles. El Ejército ha reducido considerablemente los efectivos en Mallorca. En 1978 se fundó la Universitat de les Illes Balears, que el curso pasado arrancó la Facultad de Medicina.
LA SOCIEDAD CIVIL
Más, mucha más
La sociedad mallorquina es dinámica. Además de partidos políticos y sindicatos, hay un sinfín de asociaciones, agrupaciones y colectivos para la defensa de todo tipo de intereses. El deporte más seguido es el fútbol, aunque sus principales representantes, el RCD Mallorca y el Atlétic Balears, militan en la Segunda B. El primero es de capital norteamericano, y el segundo alemán.
LA ECONOMÍA
Un motor mal financiado
El crecimiento del Producto Interior Bruto de Balears tiene una evolución por encima de la media nacional. Es la autonomía que lidera el alza de la actividad económica, productiva y de empleo gracias al turismo. En 2017 pasaron por las Islas Baleares 15 millones de turistas. El problema histórico es que Balears aporta más al Estado de lo que recibe, de ahí que negocie un Régimen Económico Especial para paliar este déficit de financiación. Todos los partidos y colectivos de las Islas asumen esta reivindicación.
LA POBLACIÓN
Una región que crea empleo
Las Islas Baleares cuentan con 1.115.999 habitantes, y uno de cada seis ha nacido en el extranjero. El crecimiento poblacional es incesante: en 1975 se contaban 600.000 residentes y en 2000, 845.000. Ese aumento se debe básicamente a la inmigración española y extranjera atraída por el trabajo en el sector servicios. Pero infraestructuras saturadas, recursos medioambientales sobreexplotados y la lengua catalana minorizada son algunos de los inconvenientes de la intensa y diversa actividad humana en el archipiélago.
PALMA, CIUDAD COSMOPOLITA
El Sunday Times la declaró en 2015 la mejor ciudad del mundo para vivir. Las comunicaciones aéreas y su encanto histórico la han convertido en un centro cosmopolita, codiciado por los ciudadanos europeos. La plaza de Cort donde nació La Última Hora es hoy uno de los lugares más caros de España por metro cuadrado. La ciudad se aproxima a los 450.000 habitantes.