Según informa la Prefectura de la región francesa de Nueva Aquitania los bomberos de Gironda y Landas, apoyados por refuerzos, trabajan desde el pasado martes por la tarde en sofocar este incendio que se inició en Saint-Magne y que, en este momento, ha quemado más de 6.800 hectáreas de bosque.
En total cerca de 1.100 bomberos trabajan en sofocar el fuego y «se esperan refuerzos adicionales». Las mismas fuentes han destacado que se dan condiciones «particularmente difíciles» para controlar las llamas, ya que «la vegetación y el suelo están particularmente secos después de más de un mes sin lluvia» y «se espera que las temperaturas abrasadoras (40°C este jueves) continúen hasta el sábado y se combinen con aire muy seco para crear condiciones de riesgo de incendio muy severas».
Por todo ello, el prefecto de la Gironda, Fabienne Buccio, ha pedido a los habitantes «que no acudan a la zona del incendio para no interferir con la acción de los servicios de emergencia», al tiempo que ha solicitado «precaución». Todo el departamento de Gironda está en vigilancia 'RED' reforzada por el riesgo de incendios en el bosque debido a las condiciones climáticas.
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