«Ni Adif ni Renfe reciben notificación alguna de posible incidencia en la vía o de que la zona está en desalojo por parte de ningún organismo», han manifestado a Europa Press fuentes de Renfe, que añaden que «tampoco fueron informadas de que las condiciones del incendio cambiaron drásticamente respecto a la mañana» del martes.
Unas once personas precisaron este miércoles de asistencia tras resultar heridos al salir de asustados los vagones del tren cuando el convoy había detenido su marcha entre Masadas Blancas y Barracas para regresar a Caudiel ante la proximidad del fuego de Bejís.
Fuentes de Renfe explican a Europa Press que el tren salió de València a las 16.23 horas con 30 viajeros. Durante el trayecto subieron 21 viajeros y bajaron otros dos, por lo que en el momento de la incidencia «había 49 viajeros a bordo».
Las mismas fuentes señalan que Adif autorizó la salida del tren desde València «porque no tiene conocimiento de ningún incidente en la vía en la zona» y debido a que «nadie avisó al gestor de infraestructuras de posible incidente en la vía».
Los hechos comenzaron a ocurrir poco antes de las 18.00 horas, cuando la maquinista «detuvo el vehículo porque observaba una intensa lluvia de cenizas y humo». La empleada «se puso entonces en contacto con el Puesto de Mando Circulación (PM) para preguntar si había algún incendio en las proximidades» y éste le informó de que «desconocía esa información tanto en ese momento como en el momento de la salida del tren desde València».
El protocolo para este tipo de situaciones establece que la autoridad, operador o gestor de la infraestructura que detecta primero un incidente en la vía «debe comunicarlo al resto para la toma de medidas de acuerdo con las circunstancias», remarcan estas fuentes.
«Durante la conversación, la maquinista observó que había llamas en las proximidades de la vía y comunicó que iba a cambiar de cabina y retroceder», relatan. Entonces, el PM «autoriza su retroceso hasta la estación de Masadas Blancas». No obstante, «ante la dificultad de los accesos a esta estación, el PM indica a la maquinista que continúe hasta la estación de Caudiel, donde estarán movilizadas las fuerzas de seguridad y servicios sanitarios».
"situaciones de tensión y alarma"
Y es entonces, según indican las mismas fuentes, en el proceso de cambio de cabina cuando se producen en el interior del tren «situaciones de tensión y alarma» debido a que varios pasajeros «quieren abandonar el tren y lo hacen a pesar de las advertencias de la maquinista de que no es seguro».
En ese momento es cuando «se activan los sistemas antiincendios y de freno automático al romper algunos pasajeros las ventanas de emergencia con los machos y la maquinista debe rearmar el tren para reiniciar la marcha y retroceder». Unos hechos que, apuntan, «retrasan el retroceso del tren».
Minutos después, a las 18.20 horas, la maquinista reanuda la marcha «con vista a recoger a las personas que van corriendo por las inmediaciones de la vía en dirección Caudiel, algunas de ellas con quemaduras de distinta consideración».
El protocolo establece que la circulación «es suspendida por Adif a petición de los cuerpos de seguridad del estado o de administración al cargo de estas decisiones», que son «los que tienen conocimiento de incidentes en el entorno que afectan a la vía».
En cualquier caso, estas fuentes remarcan que ni Adif ni Renfe «reciben notificación alguna de posible incidencia en la vía o de que la zona estaba en desalojo por parte de ningún organismo». «Tampoco son informadas de que las condiciones del incendio cambiaron drásticamente respecto a la mañana, cuando un tren de Media Distancia de Renfe realizó el mismo recorrido (València-Zaragoza) sin detectar ninguna anomalía o complicación en la vía», añaden.
La primera comunicación, de la maquinista
De hecho, aseguran que «la primera comunicación que Adif recibe sobre complicaciones en la circulación por incendio viene de la maquinista, que primero detecta humo y cenizas en la zona y luego la cercanía del incendio» y defienden que ambas empresas «proceden siguiendo los protocolos».
Así, en cualquier caso, insisten en que Adif y Renfe «han cumplido su protocolo interno que recoge que la primera que tenga conocimiento, tanto de forma directa como indirecta, de alteraciones en las condiciones de circulación en la vía debe avisar a la otra para activar los mecanismos de prevención y actuación».
Renfe ha abierto una investigación para «esclarecer los hechos» de lo ocurrido.
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