Archivo - Arrozal, en una foto de archivo. | DIPUTACIÓN DE CÁDIZ

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Los arroceros andaluces han destacado que intentarán «cubrir los gastos del cultivo» con una producción mínima de en torno a los 6.000 kilos por hectárea, lo que supone 3.000 menos que en «años normales», a la vez que se esforzarán por «seguir dando trabajo a prácticamente a las mismas personas, unas 5.000», pues aseguran que, a pesar de haber sembrado «solo el 30%» del terreno disponible, les «hace falta toda la plantilla».

Así lo ha manifestado el presidente de la Federación de Arroceros en Sevilla, Mauricio Soler, en declaraciones a Europa Press, en las que ha explicado que, en un «año normal», tienen una cosecha «de alrededor de 9.000 kilogramos por hectárea», aunque en este tratarán de sacar «entre 6.000 y 6.500 kilogramos como mínimo para cubrir gastos».

En este sentido, ha incidido en que han estado en contacto «todo el verano con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) desde la Junta Central de Regantes de ambos márgenes del río» y que les han dado «todo el agua que han podido» dentro de su concesión --cantidad de terreno que se puede sembrar--, que tenían para el 30%.

Soler ha asegurado que «la CHG ha hecho todo lo que ha podido», pero «no es suficiente porque lo que pasa de caudal por Alcalá de Río (Sevilla) son aproximadamente siete metros cúbicos por segundo», cifra que, explica, «es exactamente el caudal ecológico que necesita el río». Esto ha provocado, según ha señalado el presidente, que el arroz esté «sufriendo estrés», puesto que en marea baja están en tres gramos de sal por litro y en marea alta en casi cinco, teniendo en cuenta que el arroz «empieza a sufrir a partir de los dos gramos».

«Llevamos años sembrando prácticamente en junio, esperando a unas lluvias que no han llegado», ha sostenido. Asimismo, ha expuesto que el año pasado se les concedió una dotación del 50%, aunque llevan tiempo sin sembrar el cien por cien del terreno disponible, ya que «tiene que llover muchísimo para ello». «Esto se debe a que se produce un proceso cíclico en el que cada diez o doce años viene una sequía que condiciona la cosecha», ha remarcado.

Respecto al empleo generado por el sector, el presidente ha destacado que aproximadamente suma 5.000 puestos de trabajo anuales. «Aunque hayamos sembrado el 30% del terreno, los arroceros hemos hecho un esfuerzo en este sentido porque nos hace falta toda la plantilla», por lo que han seguido «dando trabajo prácticamente a las mismas personas» y también han favorecido «que la industria del cangrejo rojo americano funcione este año».

Además, ha advertido que «en un año en el que no se siembra arroz, las arcas estatales dejan de percibir 38 millones de euros» que ingresan los arroceros.

Por otro lado, Soler ha resaltado que la zona arrocera de Sevilla --situada en las cercanías de Doñana-- es «un filtro natural del río», ya que les llega el agua «con muchas partículas en suspensión» y la devuelven al río.

«Las tres cuartas partes del agua que utilizamos las devolvemos al río totalmente cristalinas, porque nuestro sistema de riego tiene entrada y salida de agua permanente», ha apuntado. De esta forma, el presidente ha precisado que «el cultivo únicamente necesita un 25% de agua», y que devuelven «el resto (un 75%) totalmente cristalina y depurada».

Por último, ha recordado que «todas las aves que están en Doñana en verano --donde no hay agua en esas fechas--» se desplazan a los arrozales para «comer todo tipo de plantas e incluso arroz y cangrejos» que crían en las marismas, por lo que considera al sector «filtro natural del río Guadalquivir y despensa de Doñana».