Los agentes le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar y lograron mantenerle con vida hasta la llegada de los servicios médicos. Los hechos sucedieron el pasado 19 de agosto, sobre las 18.10 horas, cuando dos agentes de la Patrulla Fiscal y de Fronteras de Gandia, en servicio en el barrio del Grao, fueron requeridos, de forma urgente, por varios vecinos que les condujeron hasta el interior de un conocido restaurante.
Una vez dentro del establecimiento, observaron a un hombre atrapado en el hueco de la escalera que accedía a los baños, «encajonado» y «asfixiándose». La víctima, de una complexión física «corpulenta», no cesaba de emanar sangre por la boca. Cuando los agentes comprobaron sus constantes vitales, se percataron de que no tenía pulso y tampoco respiraba, por lo que procedieron a realizarle la maniobra de 'Rautek' --liberarle las piernas-- y lo colocaron en posición de seguridad.
Después, le practicaron la reanimación cardiopulmonar, a la vez que limpiaban los coágulos de sangre de la boca para que no se ahogara. A los diez minutos, llegaron efectivos de la Policía Local de Gandia, que se ofrecieron a turnarse con los guardias civiles para continuar con la reanimación cardiopulmonar hasta que los servicios médicos se hicieron cargo de la situación.
La víctima, un vecino de Gandia, fue trasladado al Hospital de la localidad. Los servicios sanitarios reconocieron que la intervención de los agentes fue «decisiva» para que la víctima siguiera con vida hasta la llegada de los servicios médicos.
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