El Ayuntamiento de Madrid prevé aumentar las Tarjetas Familias ante un otoño "muy difícil" y un invierno "más todavía"

Así lo ha transmitido este lunes la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, en una visita a las obras de desamiantado de un CEIP en el distrito de Ciudad Lineal. Allí, ha subrayado que el Consistorio ha sido «muy previsor» ante la crisis energética y de suministros.

«Se avecina un otoño muy difícil para las familias y por eso tenemos todos los instrumentos para poder atender y asistir a las que lo necesiten», ha explicado la viceregidora. Entre las medidas llevadas a cabo por el Gobierno municipal está aumentar «en un 20%» el área social con trabajadores administrativos, lo que supone «un refuerzo histórico».

Ya durante el Debate del Estado de la Ciudad, el pasado mes de julio, se anunció que el Ayuntamiento de Madrid adecuará la Tarjeta Familias, una ayuda económica para la compra de alimentos y otros bienes de primera necesidad para familias vulnerables, a la subida de la inflación según el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Casi 18.000 tarjetas familias entregadas

Por otro lado, se encuentra la Tarjeta Familias --una prestación económica que cubre las necesidades básicas subvencionada por el Ayuntamiento--, que en palabras de Villacís, «podemos decir que es un éxito», un proceso que ya está «rodado».

Hasta la fecha, se han entregado 17.919 unidades y, han estimado que han llegado a «unos 55.000 usuarios de Madrid». Este servicio «no tiene precedentes», ha añadido, ya que «hubo pilotos con el anterior gobierno, pero no se llegó ni a hacer».

En el mismo sentido, desde el Ayuntamiento «hemos acelerado» la concesión de ayudas de emergencia y de especial necesidad. «Son muy importantes porque son las ayudas que cubren el déficit energético», ha recalcado.

Villacís ha puesto en valor el plazo de entrega de estas subvenciones tras haber conseguido «acortarlo». «Se están ofreciendo en 45 días como mucho», ha confirmado frente al anterior equipo de gobierno en el que «se estaban otorgando en un plazo de »entre seis y nueve meses".

Como cualquier prestación social, «va a requerir un esfuerzo extra», a los ojos de Begoña Villacís, quien ha aprovechado para pedir «estar a la altura» a otras formaciones políticas a la hora de aprovechar los presupuestos. «Requeriría un esfuerzo como el de los Pactos de la Villa», ha zanjado.