El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, este miércoles en rueda de prensa. | MARÍA JOSÉ LÓPEZ/EUROPA PRESS

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El secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, ha esgrimido este miércoles el Código Ético de su partido para dar cuenta de la limitación de los cargos públicos socialistas para poder firmar la petición de indulto parcial que promueve la familia del expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, tras confirmar el Tribunal Supremo la condena por prevaricación y malversación en el caso ERE.

En una rueda de prensa de inicio del curso político, a preguntas de los periodistas sobre si iba a firmar ese manifiesto de apoyo a la medida de gracia del Consejo de Ministros, Espadas ha argumentado que «en el ámbito de los cargos públicos tiene un requerimiento que se marca dentro de nuestro Código Ético, al cual me debo y mucho más como secretario general».

El artículo 8.1 del Código Ético de este partido, en vigor desde 2014, señala que «los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves».

En un segundo punto añade que «los cargos públicos y orgánicos se comprometen a no solicitar su propio indulto si fueran condenados por los mencionados delitos» ligados a la corrupción.

La solicitud de indulto a Griñán la enmarca Espadas «en una decisión personal, familiar, que debe quedar en ese ámbito», así como ha planteado que «conoceremos cuando se presente, se registre».

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«Insisto», ha proclamado el secretario general del PSOE-A, «el PSOE de Andalucía y su secretario general quiere desligar cualquier opinión o valoración política del partido de una iniciativa que es personal, familiar de Pepe Griñán».

Espadas ha concluido que «hacemos el mejor favor posible para que se tramite desde ese ámbito, que es como se ha planteado, no desde el ámbito político, no desde el ámbito del PSOE y, desde luego, no del mío como secretario general».

El 17 de agosto el diario El Confidencial dio cuenta de una iniciativa promovida por la mujer de Griñán, María Teresa Caravaca, y de su hijo, Manuel Griñán Caravaca, de petición de indulto parcial para el expresidente con el argumento de su «intachable trayectoria vital caracterizada por su lucha por la democracia» y que a lo largo de 40 años dedicados al servicio público «jamás ha obtenido remuneración alguna distinta de su sueldo de funcionario». La iniciativa está a expensas de que el Supremo publique la sentencia a partir de septiembre.

El escrito cuenta con la firma de apoyo, entre otros, de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González. El 8 de agosto González indicó en un comunicado que había recibido con «perplejidad y dolor» el fallo del Supremo y defendía su «intachable integridad moral», por lo que aseguraba que si tuviera oportunidad de nombrarle miembro de un Gobierno que él presidiera, lo volvería a hacer.

La senadora y expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aseguró el 23 de agosto durante su intervención en un programa televisivo sobre si había firmado ese manifiesto de adhesión al insulto que «sí, lo dije en su momento», para a partir de ahí exponer los argumentos, que, a su juicio, justifican la iniciativa, aun cuando ha expresado que «tengo la confianza en el recurso en el Tribunal Constitucional».

Díaz ha sostenido que «Pepe es un hombre honesto, honrado, hay argumentos de sobra para justificar el indulto», mientras que hay recordado que el magistrado del Tribunal Supremo, Alberto Jorge Barreiro, «no vio delito de malversación».