Supone una bajada del 1,16 por ciento respecto al tipo general de 2022, que supondrá una merma en la recaudación del Ayuntamiento de Zaragoza de casi 1,5 millones de euros en 2023. Anualmente el consistorio zaragozano gira el tributo a 526.300 inmuebles lo que supone unos ingresos de más de 163 millones de euros.
De esta forma la bajada del IBI ha sido progresiva a lo largo de este mandato, ya que en 2011 era del 0,5620 y en 2021 se situó en el 0,4087, que es un descenso del 0,80 por ciento sobre el ejercicio anterior.
La consejera municipal de Hacienda del Ayuntamiento de Zaragoza, María Navarro, ha enfatizado que la capital aragonesa «tendrá el tipo más bajo de las grandes ciudades de España», entre las que ha citado Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca, Alicante y Córdoba. «No se puede bajar más», ha zanjado.
En rueda de prensa, Maria Navarro ha relatado que desde el Gobierno de la ciudad se hace un «esfuerzo» para explicar por qué los recibos pueden tener un incremento y que se debe a que se cobra el IBI en función de los valores catastrales que se revisan todos los años por la Gerencia del Catastro del Ministerio de Hacienda, y si ese valor asciende «es probable que haya un pequeño incremento en algunos recibos de la ciudad, que es causa ajena al Ayuntamiento de Zaragoza».
Ha dicho que si no se hubiera bajado el IBI en lugar de que en 2020 un inmueble del Casco Histórico de valor catastral de 33.000 euros pagó 137 habría sido 140 euros y en 2021 con 34.000 euros de valor catastral en lugar 140 euros habría sido 144 euros; en 2022 una vivienda de valor catastral de 35.000 en lugar 142 euros habría abonado 148 euros y en 2023 el mismo inmueble en lugar de 140 serían 148 euros.
Bonificación para el comercio afectado por obras
Además, la bonificación del IBI a los comercios afectados por obras en la vía pública impulsada en 2022 se mantendrá en 2023. La bonificación se establece por tramos y en caso de obras hasta 3 meses hay un 25% de bonificación; en obras de más de 3 meses y hasta 6 meses es el 50% de bonificación; en obras de más de 6 meses y hasta 9 meses llega al 75% de bonificación; y en obras de más de 9 meses y hasta 12 meses o más supone el 95% de bonificación.
Así, seguirán obteniendo bonificación de la cuota íntegra del impuesto los comercios y locales vacíos que sean declarados de especial interés o utilidad municipal y se ubiquen en calles donde se ejecuten las obras o tengan en éstas algún elemento como escaparates o accesos. También sigue la bonificación del IBI para familias numerosas que es de 60% o 70% dependiendo de su categoría en el recibo de IBI.
Sobre la ordenanza de plusvalía ha recordado un contribuyente zaragozano puede beneficiarse de un 95% a la hora de liquidar el impuesto en el caso de una vivienda habitual y de un 50% si se trata de un segundo inmueble. En el caso de segundos inmuebles considerados trasteros o garajes la bonificación alcanza el 60%. «Solo quedaba bajar al 0,4 el IBI y se ha finiquitado este año», ha remachado.
Zaragoza cuenta desde 2022 con su primer Plan Fiscal de Atracción de Inversiones, que bonificar a las nuevas empresas que se instalen en la ciudad con, al menos, 10 trabajadores y a las ya instaladas que lleven a cabo ampliaciones de actividad que impliquen el incremento del número de trabajadores con contrato indefinido.
Calendario
Ha informado de que el calendario de tramitación de las ordenanzas fiscales supone que tras su aprobación este lunes por el Gobierno de la ciudad, hay de plazo hasta el 30 de octubre para que se presenten votos particulares; el 18 octubre será la aprobación inicial y hasta el 5 de diciembre estará en exposición pública para luego emitir el dictamen en comisión plenaria y el 23 de diciembre sería la aprobación por pleno y luego se publicaría en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza (BOPZ) y en la web.
«En fiscalidad --ha subrayado Navarro-- hemos cumplido los compromisos con los ciudadanos y se ha hecho con el apoyo de VOX que comparte la bajada de impuestos y también ZeC aprobó la bajada del IBI durante su mandato».
«El progreso --ha incidido-- está en el acuerdo, el diálogo y poniendo en el centro a los ciudadanos y hablaré con el que quiera que Zaragoza progrese».
Navarro ha abundado en que los políticos son el «instrumento» para cumplir los objetivos por lo que les han votado los ciudadanos. «En fiscalidad hemos cumplido con lo prometido y pido al resto de grupos que sean consecuentes, que el futuro está en nuestras manos y los ciudadanos bastante mal lo pasan como para no gestionar en beneficio de ellos», ha dicho.
Ha hecho notar que el Gobierno PP-Cs no ha esperado al último año electoral, sino que «se ha ido haciendo desde el primer año al último». «Es relevante --ha explicado-- porque no es normal que desde el minuto uno se bajen los impuestos y eso es porque somos un equipo unido y con el objetivo claro en bajada de impuestos».
Navarro ha comentado que el Ayuntamiento hace lo que la ley le permite que es bajar al mínimo legal el IBI y aunque ha reconocido que «no impacta en economía global de las familias», ha recordado que el pero el PP incide en ayudar a las rentas medias y bajas de la ciudad y de Aragón y para eso hay que modificar el tramo autonómico del IRPF, el impuesto de sucesiones, patrimonio y otros porque Aragón «tiene una fiscalidad alta».
La bajada de impuestos es «fundamental y urgente» porque el IPC de 2 dígitos afecta a las rentas medias y bajas y son las propuestas del PP, pero no las pueden adoptar, ha aclarado, porque no son Gobierno en las instituciones competentes.
Presupuestos
Sobre la aprobación del presupuesto de 2023, María Navarro ha comentado que este año la situación económica es difícil y hay un problema energético que ha atribuido, además, a que ZeC «decidió ir a la compra diaria al mercado energético y es un sobrecoste exponencial para las arcas municipales». Ha avanzado que habrá que hacer un esfuerzo porque será un otoño e invierno complicados porque los precios de la energía están «altísimos».
La partida de la energía aumentará de forma «exponencial» en los presupuestos de 2023, ha asegurado. Se trabaja en el presupuesto desde agosto y las necesidades revelan que el gasto corriente «se va a disparar», las obras de inversión comprometidas seguirán y están cerrando los ingresos porque depende de las transferencias de la Comunidad Autónoma de Aragón y de la sentencia el tranvía, ha anotado.
«Mi idea es presentarlo en plazo y ojalá que Zaragoza tenga presupuesto, el 31 de diciembre, porque demostraremos que somos responsables por encima de la ideología y que pensamos en los ciudadanos por encima de la ideología».
También ha aludido a la subida de los tipos de interés que es de 1,2 millones euros por lo que se hizo una modificación de crédito y ha anunciado que se hará otra en septiembre. «Nos afecta la deuda --ha aseverado-- y se pagan menos intereses de la deuda de lo que se pagaba porque se ha bajado en casi 200 millones de euros en tres años».
Sobre el precio del billete de autobús ha recordado que se ha congelado durante todo el mandato. Ha preferido ser prudente, pero ha incidido en que las familias están en una situación complicada y el autobús es el principal medio de transporte para trasladar su opinión personal de que «igual hay que renunciar a otras cosas en lugar de subir el precio del billete. Habrá que hablarlo como gobierno».
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