A partir de los indicios con los que contaban los agentes, se decidió practicar un registro en el inmueble donde hallaron, en la parte inferior, las 600 plantas de marihuana que se servían de un «sofisticado» sistema de riego y temperatura para el crecimiento óptimo del cultivo, que se servía de enganches irregulares a la red eléctrica.
Así, las mujeres vivían en el piso superior mientras que la planta intermedia había sido un establecimiento de restauración cerrado al público en el mes de julio del año pasado.
Además, los agentes intervinieron cuatro máquinas de aire acondicionado --dos de ellas del tipo industrial--, ocho ventiladores, tres filtros, tres extractores de aire, y varios sacos de fertilizantes y turba, entre otros. Las dos detenidas han pasado a disposición judicial acusadas de un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico.
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