«Estoy abierta a escucharlos. A la oposición, al PSOE y al resto de partidos y yo no descarto que se incluya una medida propuesta por ellos», ha sostenido la consejera en una entrevista con Europa Press. España prepara unas cuentas para el próximo año que incluye rebajas en deflactación del tramo autonómico del IRPF, la suspensión del canon del agua y otras medidas con las que la Junta estima que dejará de recaudar alrededor de 260 millones de euros.
Una cantidad con la que, insiste España, se pretende ayudar a «aliviar las tensiones» de los ciudadanos como consecuencia de la escalada de la inflación y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, un objetivo que también persigue el PSOE-A. Su secretario general, Juan Espadas, anunciaba este mes el registro de una proposición no de ley en el Parlamento en la que se reclama a la Junta una serie de medidas para «ayudar a las familias andaluzas» ante las consecuencias de la inflación, y entre las que figuran una «desgravación autonómica en el IRPF para paliar el incremento de intereses de las hipotecas a familias con rentas menores de hasta 40.000 euros en tributación conjunta y 35.000 individual», así como «ampliar la bonificación de las escuelas infantiles sostenidas con fondos públicos a las familias andaluzas de renta media».
Una posición que la consejera celebra, si bien señala que «ellos nunca incluyeron nada, ninguna de las enmiendas presentadas por el PP-A» durante el tiempo que gobernaron Andalucía. Aceptar enmiendas o aportaciones, ha asegurado, le parece «lo más razonable y lo más normal».
«En ese ámbito de moderación en el que se mueve el presidente me parece razonable intentar llegar a acuerdos de consenso y que haya diálogo, pero con respecto a la bajada de impuestos yo siempre le digo tanto al PSOE-A como al Gobierno de España que bienvenido a la política de la bajada de impuestos de Juanma Moreno en Andalucía, que llevamos ya muchos años aplicando», ha subrayado España, que con todo se declara «sorprendida» por la iniciativa de los socialistas.
«Hasta ahora el PSOE-A había votado sucesivamente en contra de todas las bajadas de impuestos que hemos aprobado desde el gobierno andaluz», ha subrayado, por lo que ha sostenido que «no se entiende» que su rechazo en el pasado ante una política fiscal que ve «favorable para los ciudadanos y que además supone estimular que vengan inversores e inversiones a nuestra tierra».
La bajada fiscal que se preparada supondrá una pérdida de recaudación en unos Presupuestos que España entiende que podrán ser «móviles» si la situación lo requiere. «Hay que priorizar, se puede quitar de una partida y se puede llevar a otra en función de las necesidades y de las prioridades», ha explicado, preguntada por el margen del que dispondría la Junta para nuevos alivios a los ciudadanos a lo largo del ejercicio. «Lo normal es que no ocurra, porque lo normal es que se plantee desde el Gobierno una bajada de impuestos y se lleve a cabo a partir del 1 de enero, pero bueno, siempre se tiene que dejar la puerta abierta», ha comentado.
«Nunca se sabe si va a ser mucho más prioritario dar determinadas ayudas que hacer una determinada inversión», ha ejemplificado.
Madrid, uno de los ejemplos en política fiscal
Además de hacer frente a un incierto 2023, España asume la consejería de Economía y Hacienda, en gran parte heredada del actual responsable económico del PP, Juan Bravo, con el reto de hacer a Andalucía la comunidad «más competitiva fiscalmente», porque eso «generará estabilidad y empleo».
En la tarea, tiene varios casos de los que coger ideas. ¿Es uno de ellos Madrid? «Por ejemplo», ha respondido la consejera, que se muestra en este ámbito tajante: «Siempre que haya una bajada de impuestos ahí estará el Partido Popular de Andalucía y el gobierno andaluz».
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