La campaña de vacunación contra la gripe y la COVID-19, con la administración de la cuarta dosis en este último caso, ha comenzado este lunes, 26 de septiembre, y se prolongará durante dos semanas en todos las residencias de mayores de Aragón, donde viven unas 16.500 personas. También se vacunará a los trabajadores, unos 6.000.
La cifra total de la población diana en estas dos semanas se eleva a más de 30.000 incluyendo a los centros de personas con discapacidad y sus trabajadores.
Así lo han explicado, en declaraciones a los medios de comunicación, la consejera de Sanidad del Gobierno autonómico, Sira Repollés, y la de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, en la Residencia Elías Martínez de Zaragoza, perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales, donde 25 mayores han recibido estas vacunas.
En Teruel, el proceso ha comenzado en la Residencia San Hermenegildo y en la capital oscense en la Residencia Ciudad de Huesca.
Broto ha detallado que se va a realizar la vacunación en las 280 residencias de mayores que existen en Aragón, donde «la mayoría de los residentes» ya han dado su autorización. «La inmensa mayoría de los mayores y las familias quieren recibir la vacuna», si bien desconoce el porcentaje concreto que los que lo harán, igual que en el caso de los trabajadores.
No pueden vacunarse contra la COVID-19 aquellos que hayan pasado la enfermedad en los últimos cuatro meses, que lo harán más adelante. Por su parte, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha comentado que también se va a ofrecer esta vacunación a las personas que tienen contacto con los centros residenciales.
El resto de la población mayor
A partir del próximo 5 de octubre, se podrá citar el resto de la población mayor a través del portal o aplicación de Salud Informa para poderse vacunarse a partir del 10 de octubre, en sus centro de salud, procedimiento utilizado en campañas de vacunación anteriores.
En primer lugar, se citará a los mayores de 80 años y, seguidamente, se realizará una apertura progresiva de las agendas para cubrir a todos los mayores de 60 años y a las personas consideradas como grupo de riesgo. A partir del 5 de diciembre, la vacunación se podría abrir a otros grupos de población en función de la disponibilidad de las vacunas.
La previsión es haber completado la doble vacunación de la población diana --alrededor de 350.000 personas entre mayores de 60 años, personal sanitario y sociosanitario y grupos de riesgo-- a comienzos de diciembre.
La consejera de Sanidad ha detallado que las dosis correspondientes ya están compradas, con una inversión de casi cuatro millones de euros. «Tenemos una logística que garantiza que podamos recibir las vacunas a tiempo» y se ha mostrado esperanzada de alcanzar «porcentajes altos» de vacunación, como ocurrió la pasada temporada, cuando se alcanzó el 75 por ciento en el caso de la gripe, cifra «histórica», ha enfatizado Repollés.
En el caso de las residencias, la consejera ha manifestado que el personal de los centros de salud se va a desplazar hasta ellas para proceder a la vacunación, con el apoyo de los equipos de enfermería o auxiliares de los centros residenciales, si los hay.
Día grande
Repollés se ha mostrado optimista: «Es un día grande, un día importante porque vamos a proceder a la vacunación de las personas que son más vulnerables» y, además, «estrenamos las nuevas vacunas», que incluyen las nuevas cepas de la variante Ómicron, lo que va a conferir «mucha más protección», también por el hecho de que se ofrezcan de forma conjunta contra la gripe y la COVID-19.
La consejera ha aclarado que esta doble vacunación «nos da mucha más protección respecto a las enfermedades respiratorias, que se considera que este año pueden ser más importantes, como la gripe», al tiempo que padecer ambas a la vez es un «factor de riesgo» para sufrir «enfermedad grave» y, «de esta manera, protegemos a las personas mayores para que esta eventualidad no se dé».
Por su parte, algunos de los residentes vacunados han expresado su satisfacción por poder recibir la cuarta dosis y la vacuna contra la gripe. «Me preguntaron si quería, y dije que cuanto antes mejor», ha asegurado María Sonia Royo Bagüés, de 86 años.
«Es un alivio para todos en general» y ha animado a ponerse las dos vacunas y mirar hacia adelante: «He pasado mucho y no quiero pasar más», si bien la situación «ha mejorado mucho», ha apostillado.
Eloy Castro, de 87 años, se ha vacunado junto a su mujer. Ambos han considerado adecuado recibir la cuarta dosis, junto a la de la gripe. «Esto tenía que ser siempre», ha opinado, una pandemia que parece «que ya se está pasando», ha agregado.
Vulnerabilidad
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales ha sostenido que la COVID-19 «nos mostró la vulnerabilidad y las dificultades que podemos tener los seres humanos y hemos vivido con ella una cruz muy grande en todo el país, toda la ciudadanía, pero especialmente en las residencias» y por parte de los Departamentos del Gobierno de Aragón que las gestionan, el de Sanidad y el suyo.
«Hemos pasado tiempos muy duros, que creo que no vamos a tener que repetirlos, pero todo en la vida tiene una cara y una cruz» y esta primera ha sido, en esta ocasión, «la ciencia», gracias a la cual, «en un tiempo récord, pudimos tener una vacuna para toda la ciudadanía, que nos libra de esta grave enfermedad».
Según Broto, «fue muy satisfactorio, cuando comenzamos a vacunar» y «creo que no se nos olvidará nunca aquel 31 de diciembre», cuando se inició su administración en los centros residenciales. «Lo habíamos solicitado así porque es donde más se había sufrido» y poder hacerlo «significó mucho para las residencias, para la tranquilidad de los residentes y de sus familiares».
La consejera ha opinado que el procedimiento para administrar las tres primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 «se ha hecho con mucha eficacia y estoy segura de que esta vez va a ocurrir lo mismo».
«Es un día para decir que, una vez más, apostamos por los mayores, por la ciencia y damos un paso en el combate contra la COVID-19». La consejera ha considerado que, ahora, la situación está «normalizada» y los residentes ya no deben llevar la mascarilla, aunque sí el resto de personas que acceden a estos centros.
En relación con las medidas preventivas que se aplican en estos establecimientos, Broto ha remarcado que se plantean desde el Departamento de Sanidad y el suyo «siempre» las ha secundado: «Nosotros no somos expertos» y por eso todas las decisiones son supervisadas por Salud Pública. Además, ha apelado a la «prudencia» que se ha de tener «en todas partes» y «mucho más, cuando hablamos de personas vulnerables».
Nuevo modelo de residencias
En otro orden de cosas, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales ha recordado que ya ha anunciado su petición de comparecencia, en comisión, en las Cortes de Aragón, para dar cuenta del análisis y gestión de las propuestas recogidas en el dictamen del Parlamento autonómico sobre el modelo que se ha de implantar en las residencias de personas mayores.
El trabajo de esa comisión «fue muy importante y muy interesante» y «hemos analizado todas las propuestas», ha constatado Broto.
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