Anna Grau y Luz Guilarte (Cs) en rueda de prensa en la sede del partido. | CIUTADANS

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La portavoz de Cs en Catalunya, Anna Grau, ha calificado este lunes de «pantomima» la consulta de Junts a su militancia sobre el Govern, y ha criticado que esta legislatura empezara dependiendo del 52%, según los independentistas, y que ahora dependa del 0,52%, en referencia a los militantes de Junts.

«Que disfruten de su democracia interna, pero a efectos de Catalunya cada vez se restringe más», ha aseverado Grau junto a la líder de Cs en Barcelona, Luz Guilarte, en rueda de prensa en la nueva sede de Cs en Catalunya, tras un comité autonómico que la ha designado a ella como portavoz del órgano y a Guilarte como portavoz adjunta.

Grau ha asegurado que el Govern de Pere Aragonès es un juguete roto: «Nos da igual si Puigneró vuelve o no a ocupar la poltrona que tenía o si Aragonès culmina o no la ruptura con Junts; en realidad Aragonès lleva mucho tiempo gobernando con una lamentable geometría variable», ha dicho en referencia al exvicepresidente, que fue destituido por Aragonès la semana pasada.

En esta geometría variable existe «por un lado esa especie de alianza con Junts, y por el otro la sociovergencia con un PSC que no hace de oposición, sino de socio de gobierno de repuesto», según la nueva portavoz del comité autonómico de Cs en Catalunya.

Grau ha rememorado el 3 de octubre de hace cinco años y el discurso del rey Felipe VI, que cree que realimentó la fe en la democracia de «catalanes a los que llaman constitucionalistas, pero que se podrían llamar demócratas o buenos catalanes, los catalanas que quieren vivir en hermandad» con el resto de catalanes y españoles, según ella.

Críticas a colau

La líder de Cs en Barcelona ha sostenido que la capital catalana está inmersa en una «crisis de seguridad por la dejadez y la falta de voluntad política del Gobierno municipal», por la que faltan efectivos y recursos y se ha desprovisto de la autoridad necesaria a los cuerpos y fuerzas de seguridad, según ella.

Guilarte ha acusado a la alcaldesa, Ada Colau, y al teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, de haber perdido los papeles y de decir que se busca difamar a su Ejecutivo con las críticas a la seguridad: «Nada difama más a Barcelona que un desgobierno que no gobierna y tiene tolerancia con los que delinquen».

«Esperamos acabar con este desgobierno municipal en unos meses», ha advertido, y ha criticado también la gestión de la reforma de La Rambla porque cree que contribuirá a paralizar la ciudad al coincidir con otras obras como las de Via Laietana, algo que cree que responde a una falta de planificación y al electoralismo.