En una entrevista en el diario 'Nació Digital' recogida por Europa Press este domingo, ha afirmado que su partido está «a disposición de esta nueva etapa» para garantizar estabilidad, y lo ha ejemplificado con los pactos en el Gobierno y en el Ayuntamiento de Barcelona.
Para él, la salida de Junts deja a un Govern «muy débil, seguramente el más débil de la historia de la democracia» que está destinado a naufragar si no es capaz de construir alianzas amplias a su alrededor, ha dicho.
Para él, no es comprensible el rechazo de ERC al apoyo del PSC para aprobar los Presupuestos de la Generalitat para 2023: «ERC dice que aquí no quiere que el PSC le apruebe los presupuestos, cuando ERC aprueba los presupuestos del PSOE y Unidas Podemos en el Gobierno central», ha recordado.
Mesa de diálogo, "única vía de solución del conflicto"
Ha reivindicado la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat como la «única vía de solución del conflicto: no hay ningún conflicto político ni ningún movimiento de liberación nacional en el mundo que haya podido avanzar si no es con un pacto».
Ha dicho que actualmente hay sectores del independentismo que están pasando por una fase de duelo y frustración, algo que según él puede llevar a la radicalización: «Hay muchos sectores soberanistas, sobretodo vinculados a Junts, que están en estas dos fases», ha asegurado.
Ante este diagnóstico, ha defendido que los partidos están «obligados a reconstruir puentes y a recoser los grandes consensos internos» para ir más allá de la política de bloques, algo que asegura que ya está sucediendo.
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