Así lo ha proclamado el también exsecretario general del PSOE en el transcurso de su intervención en el acto central organizado por el partido para conmemorar el histórico triunfo del 28 de octubre de 1982, cuando los socialistas lograron una mayoría absoluta traducida en 202 escaños en el Congreso de los Diputados que no se ha vuelto a repetir posteriormente en la etapa democrática española.
Ante un auditorio lleno de público en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, con capacidad para más de 3.150 personas, y compartiendo protagonismo con el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Felipe González ha dedicado su intervención a «conmemorar y recordar» aquella victoria electoral y las decisiones más significativas de sus primeros años de gobierno, porque «quien no sabe de dónde viene tampoco sabe a dónde va», ha advertido en un mensaje dirigido a los jóvenes.
González ha señalado que, en aquel octubre de 1982, su «principal propósito» era garantizar la «convivencia» en España, y ha defendido que esa debe ser «la prioridad número uno» en el país actualmente. «Tenemos que preservar como un tesoro la convivencia», porque «sin convivencia en paz y libertad todo lo demás es liviano, se puede caer y se puede volver atrás», ha advertido el expresidente, cuyo discurso se ha visto interrumpido en varias ocasiones por sonoros aplausos de los asistentes, que han despedido su discurso puestos en pie con una cerrada ovación.
El exsecretario general socialista ha comentado que su «preocupación» cuando llegó a la política «se centraba en cómo recuperábamos la convivencia entre españoles fueran cuales fueran sus ideas», y el deseo de lograr «convivir en paz y libertad».
"abrumado y preocupado" a su llegada al gobierno
Al respecto, ha explicado que en torno a aquellas elecciones de 1982 se encontraba «acojonado, abrumado y preocupado», porque el entonces ministro de Defensa de UCD, Alberto Oliart, le alertó de que «estaban preparando un golpe de Estado para el 27 de octubre», día de reflexión de aquellos comicios.
Felipe González ha reivindicado la labor de su ministro de Sanidad Ernest Lluch --del que ha recordado que fue asesinado por la organización terrorista ETA-- para conformar un sistema público de salud en España, y la de su Ejecutivo para articular un sistema universal de educación, también con un sistema de concertación de colegios.
Igualmente, ha reivindicado su tarea de gobierno en materia de pensiones, y en la «cuestión militar» y en la «territorial» de España. Respecto a la primera, ha celebrado que España cuenta ahora con unas Fuerzas Armadas de cuyo prestigio «podemos sentirnos orgullosos dentro y fuera» del país.
Respecto a la «cuestión territorial», González ha recordado que su Gobierno abordó el impulso del Estado de las autonomías en España, y ha defendido que su gobierno impulsó la «descentralización política» del país, algo que «le ha venido muy bien a su desarrollo», pero ha advertido de que eso no es lo mismo que «centrifugar el poder para enfrentar a unos y a otros».
POR LA «DESCENTRALIZACIÓN» PERO NO POR «CENTRIFUGAR EL PODER»
«Una cosa es descentralizar y otra centrifugar el poder para enfrentar a unos y a otros», que eso «no le viene bien» a España, ha avisado en esa línea el expresidente, quien ha sostenido que en su gobierno hicieron «algo más que modernizar España».
Asimismo, ha apuntado que cuando llegó a la Presidencia del Gobierno «quería romper las barreras del aislamiento» de España, algo que se logró, según ha valorado, y que su «vocación no era entrar en Europa solo, sino construir Europa con los demás». Al respecto, ha reivindicado que, en la actual Unión Europea, «Bruselas somos nosotros, no es un ente de abstracción», sino que «Bruselas toma decisiones en las que nosotros coparticipamos porque tenemos soberanía compartida».
También ha aludido a la «ampliación de derechos» y a la «tarea pendiente» de «redistribuir» los ingresos para no generar «desigualdad», y ha defendido que «lo que nos identifica como país que cumpla y deba cumplir la Constitución y el ordenamiento jurídico es el paquete de ciudadanía», es decir, «derechos y obligaciones para todos por igual y justicia para todos por igual».
González ha afirmado que «nos define la lucha por la igualdad, y la ampliación de derechos», y ha defendido que «se puede ampliar derechos sin que disminuya la desigualdad», y que esa lucha «es permanente y vuelve a estar en crisis tras tres crisis consecutivas, la última la de la Covid».
Por eso, ha llamado a arrimar el hombro entre «todos», y a «redistribuir el esfuerzo equitativamente», pidiéndole menos sacrificios a quien menos tiene, y más a quien más tiene, y teniendo presente que «la inflación es el peor impuesto para los humildes y los pobres».
Asimismo, González ha realizado un comentario que se puede interpretar como una alusión velada al reciente enfrentamiento entre el PP y el Gobierno de Sánchez en torno a la suspensión de negociaciones para renovar la composición del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), anunciada por el PP liderado por Alberto Núñez Feijóo al hilo de la pretendida reforma para rebajar las penas por el delito de sedición que plantea el Ejecutivo.
Así, González ha comentado que «si a alguien no le gusta una ley, tiene derecho a cambiarla, pero no tiene derecho a incumplirla». «Primero la cumples y después propones que se cambie, pero no primero me la salto o la condiciono a no sé qué otra cosa», porque «eso no sirve para estabilizar la democracia ni mejorar la convivencia», ha reflexionado el expresidente.
RECUERDO A ALFONSO GUERRA
El acto de conmemoración del 40 aniversario del triunfo de 1982 ha estado marcado en parte por la ausencia de otro de los grandes protagonistas de aquella victoria, el que fuera vicepresidente del Gobierno y vicesecretario general del PSOE Alfonso Guerra, que compartió con Felipe González la histórica 'foto del Palace' en la que ambos celebraban el triunfo aquella noche electoral del 28 de octubre de hace 40 años, y a quien se ha referido el expresidente al inicio de su intervención.
«Trato de buscar y lamento no conseguirlo a este personaje singular que levantaba mi mano en la ventana del Palace, que era Alfonso Guerra». «Lo quiero tener en esta mano», ha comentado Felipe González en referencia a quien fuera su vicepresidente, que ya anunció a comienzos de semana en una entrevista radiofónica que no había sido invitado al acto, si bien desde el PSOE andaluz se aclaró posteriormente que esta misma semana se le había cursado una invitación.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.