Los hechos ocurrieron el pasado 24 de junio, sobre las 11.30 horas, cuando un equipo radar de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil detectó a un turismo que circulaba a 219 km/h en la V-30, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Cuando los agentes le realizaron señales reglamentarias acústicas y luminosas especiales, el conductor inició una huida conduciendo de forma temeraria, lo que puso en riesgo a otros vehículos, ciudadanos y la seguridad vial en general.
Unos cuatro meses después, este viernes 28 de octubre, la Guardia Civil consiguió identificar al conductor del vehículo, un hombre de 24 años, y procedió a su investigación como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial: uno por conducir un vehículo a motor superando la velocidad máxima de 80 km/h, y otro por hacerlo con temeridad manifiesta, lo que pudo en peligro la vida y la integridad física de las personas.
El tramo de vía en el que estaba instalado el cinemómetro disponía de señalización específica de límite de velocidad a 80 km/h. El Código Penal establece que sobrepasar en 80 km/h la velocidad máxima permitida en vías interurbanas es constitutivo de delito contra la seguridad vial, así como hacerlo con temeridad manifiesta.
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