La Audiencia de Barcelona ha empezado este lunes el juicio a un acusado de lanzar pirotecnia al helicóptero de los Mossos d'Esquadra durante una manifestación en Barcelona contra la sentencia del 1-O el 16 de octubre de 2019, dos días después de conocerse las condenas.
En la primera jornada de juicio han comparecido 13 mossos en calidad de testigos, entre ellos dos miembros de la Unidad de Medios Aéreos que en ese momento estaban en el helicóptero: uno de los dos se encargaba de manejar la cámara y transmitir imágenes al centro de coordinación, y ha contado que vio toda la secuencia a través del monitor de la cámara.
«Escuché una detonación y físicamente el helicóptero hizo un movimiento, supongo que sería reacción del piloto» para tomar altura y prevenir un accidente, ha añadido que no notó que la aeronave se desestabilizara y ha valorado que la pirotecnia podría haber supuesto un riesgo grave si hubiera entrado por la ventana.
El piloto declarará en la segunda jornada de juicio y este lunes sí ha declarado el copiloto, que a diferencia del responsable de grabar imágenes ha asegurado que escuchó más de una detonación, afirmando que notó «la deflagración muy cercana al helicóptero, que causó una vibración».
Los dos policías que viajaban en el helicóptero también han diferido sobre sus movimientos tras el lanzamiento de pirotecnia: el primero ha contado que se quedaron en el mismo lugar pero a más altura, mientras que el segundo ha asegurado que se retiraron de la zona.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el hombre lanzó dos cohetes de pirotecnia hacia la aeronave, con una hora de diferencia, en medio de los altercados que esos días se produjeron en el centro de Barcelona, y la fiscal reclama condenarlo a nueve años y medio de cárcel por los presuntos delitos de desórdenes, atentado a agentes de policía y lesiones leves al presuntamente intentar resistirse a que le detuvieran.
Detención al día siguiente
También han declarado este lunes cuatro mossos que ese día iban de paisano entre los manifestantes: dos vieron al acusado presuntamente lanzar el segundo cohete de pirotecnia y después le siguieron por la zona hasta reducirlo, pero finalmente no lo detuvieron porque temían quedar expuestos como policías entre los manifestantes.
Al acusado le detuvieron al día siguiente cuando volvía de dejar a su hijo en la escuela y los agentes que registraron su casa han explicado que incautaron un panfleto, un casco negro y un pañuelo amarillo con la 'estelada' que supuestamente llevaba durante la protesta para taparse la cara.
Para identificarlo, los Mossos hicieron un informe fotográfico comparando imágenes de ese día con otras tomadas en otra manifestación, el 29 de septiembre de 2018, en la protesta 'Holi' contra la concentración de la asociación policial Jusapol.
En la fase de pruebas periciales, dos mossos han expuesto que las huellas en el tubo de plástico que servía para lanzar la pirotecnia coinciden con las del acusado, y el juicio seguirá el martes 15 de noviembre con la declaración del piloto del helicóptero y el interrogatorio del acusado.
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