«Se me trasladó que estábamos peleado por la Presidencia», ha criticado en una entrevista en Telecinco recogida por Europa Press, durante la que también ha tachado de «falso» que tras los comicios exigiera a Abascal un escaño en el Senado.
Así, ha asegurado que algunos han visto su enfermedad como una oportunidad para sacarla de «primera línea» y, preguntada acerca de quién es su enemigo en Vox, ha subrayado que «no lo vio venir». Además, ha afeado que se vertieran comentario desde Vox «hablado casi con ironía» sobre su enfermedad y «dejando entrever que los problemas podían no ser ciertos».
«Nunca he visto una ataque frontal, luego gracias a las informaciones voy viendo de dónde pueden venir los golpes», ha deslizado, a la par que ha defendido que ella ha permanecido durante este tiempo en un «leal silencio».
En este contexto, ha recalcado que ella no es «la enemiga de Vox» y ha pedido a la cúpula del partido de «tome la decisión y haga todo lo posible» que dejen de señalarle como una enemiga y que, por ejemplo, no «contraprogramen» los actos que está llevando a cabo desde su fundación.
Riesgo de ilegalización de vox
También ha avisado a la formación de Santiago Abascal de que corre el riesgo de que su partido sea ilegalizado tras las voces de personas que han estado vinculadas a la formación que denuncian «falta de democracia interna y faltas de respeto» y que identifican esas razones como «motivos por los que se marcharon».
«Ahora hay un nuevo riesgo de ser ilegalizado --la primera vez fue tras el nombramiento de Dolores Delgado, según Olona-- desde el momento en el que con ocasión de mi salida empiezan a aflorar voces que han estado vinculadas al partido y que denuncian falta de democracia interna y faltas de respeto e identifican esas razones como motivos por los que se marcharon de Vox», ha trasladado en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press.
Olona ha explicado que la ilegalización de un partido no solo puede producirse por cuestiones de fondo, sino que también se puede activar el proceso «cuando un partido deja de actuar de manera democrática». «Cuando se está denunciando que Vox tiene falta de democracia interna, lo que se está diciendo es que su funcionamiento es contrario al artículo 6 de la Constitución», ha apuntado.
Así, ha asegurado que el hecho de que hayan salido «20, 30 o 100 voces» denunciando esta situación «tiene una repercusión» y que, por el contrario, ella no contesta a este asunto porque su voz «no sería lo mismo que esas voces». «Mi voz podría producir auténtico daño a un proyecto al que yo no quiero hacer daño porque sigo considerando que Vox levanta banderas necesarias para España», ha enfatizado.
Sobre su nuevo proyecto, Olona ha hecho hincapié en que «el partido que juega no es un partido político» y que le gustaría seguir dando voz a los españoles en las instituciones, aunque «por desgracia ahora no es posible».
Preguntada acerca de si perfilarse como el proyecto que lidera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la exdirigente de Vox ha apuntado que ha rechazado las ofertas de financiación que ha recibido porque estaban condicionadas a montar en este momento un partido y concurrir a las elección. Ha explicado que lo ha hecho por sentido de Estado para no dar «más fragmentación» al tablero político.
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