La directora general de Fomento de la Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, Nieves Valenzuela, ha apostado por incrementar la transferencia de conocimiento e innovación entre los grupos y los centros de investigación y el sector empresarial, con el objetivo de que sus avances y proyectos en materia de salud lleguen cuanto antes al paciente y contribuyan al bienestar de la sociedad andaluza.
Así lo ha puesto de manifiesto en la V edición de MedInBio, un foro de transferencia biomédico diseñado para promover la innovación abierta y la colaboración entre expertos de los diversos ámbitos del campo de las ciencias de la vida, como investigación, empresarial y usuarios.
En su intervención, ha destacado la importancia que para ello jugarán las herramientas estratégicas que está desarrollando el Ejecutivo autonómico tanto con carácter general, como en el campo específico de la salud.
En ese contexto, se ha referido a la Estrategia de Especialización Inteligente para la Sostenibilidad de Andalucía 2021-2027, S4 Andalucía, que servirá de referencia a los agentes públicos y privados implicados en la transformación económica de la comunidad y articulará el marco estratégico para una región más inteligente a través de la innovación, el emprendimiento, la transición industrial y la digitalización.
Precisamente, este instrumento identifica cinco líneas de especialización, entre los que destaca la sociedad inteligente, resiliente y saludable, profundizando en una línea de trabajo más concreta como es la salud y el bienestar social.
Por otro lado, la directora general de Fomento de la Innovación ha llamado la atención sobre la necesidad de consolidar la investigación y la innovación, así como fomentar y facilitar la colaboración público-privada entre el sistema andaluz del conocimiento y la iniciativa empresarial, «dos objetivos que vienen sustentando la política pública en materia de I+D+I desplegada en la legislatura pasada y que se pretende reforzar en la actual», ha subrayado.
Para ello, Valenzuela ha recordado que el presupuesto para 2023 de la Consejería de Universidad dirigido a la I+D+I se incrementará un 42,1 por ciento, lo que se traduce en una partida de 215,9 millones de euros. Esa cuantía está en consonancia con el esfuerzo inversor en la materia contemplado en el presupuesto global de la Junta de Andalucía para el próximo ejercicio, que se eleva a 900 millones y que, según ha incidido, supone un crecimiento del 87 por ciento con respecto al año pasado. «De este modo, la inversión destinada a las políticas de I+D+I van a pasar de representar el 1,2 por ciento de las cuentas a sobrepasar el 2 por ciento», ha apostillado.
Los fondos consignados por la Consejería de Universidad permitirán continuar impulsando diversas líneas de actuación, entre los que destacan los programas de acompañamiento y captación del talento investigador y de fomento de proyectos de I+D desarrollados por los diferentes agentes del sistema andaluz del conocimiento.
También se invertirán recursos para fortalecer grandes infraestructuras clave para llevar a cabo investigación de vanguardia, innovación y transición tecnológica, así como para contribuir al funcionamiento de los centros e institutos de carácter público o mixto que desempeñan su labor científica en campos tan relevantes como la biomedicina o que se dedican a la divulgación.
Gasto en i+d en 2021
Por otro lado, Nieves Valenzuela también se ha referido a los últimos datos publicados por el INE que arrojan que el gasto en I+D en la comunidad durante 2021 alcanzó los 1.703 millones de euros, lo que supone un 4,7 por ciento más respecto al año anterior.
«Esta cifra coloca a la región en tercera posición a nivel nacional, solo por detrás de Madrid y Cataluña y representa el 9,87 por ciento del gasto total nacional», ha remarcado.
Esa inversión en investigación y desarrollo procede, mayoritariamente, del sector público (administración pública y enseñanza superior), que continúa actuando como activo tractor de la inversión regional en I+D. Aporta el 65,01 por ciento de los recursos invertidos, lo que equivale a 1.106,9 millones de euros, frente al 34,74% del ámbito privado, esto es 595,7 millones, que engloba a empresas e instituciones privadas sin fines de lucro.
En general, el gasto en investigación y desarrollo se ha incrementado en un 7,08 por ciento en el sector público, lo que supone la mayor subida en once años. Los anteriores incrementos se produjeron en 2020, apuntándose entonces un 5,87 por ciento y en 2019, con un 5,26 por ciento. Atendiendo a ello, los tres mayores crecimientos en este ámbito se han dado en el Gobierno de Juanma Moreno. Por su parte, el alza experimentada por el sector privado se cuantifica en un 0,37 por ciento.
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