La operación, denominada Binangi, comenzó a principios del mes de junio cuando agentes de la Guardia Civil de Carcaixent recepcionaron una denuncia donde la víctima manifestó que autores desconocidos habían contactado con ella por a través de llamadas ocultas, redes sociales e emails para conseguir dinero.
A través de los diferentes sistemas de comunicación, la víctima recibía las instrucciones, así como amenazas con que tenían los datos personales de su familia, y que en caso de hacer caso omiso a las exigencias, los datos personales serían difundidos a otras mafias.
Con el paso del tiempo, los mensajes y amenazas iban dirigidos hacia su familia, llegando a decirle que sus familiares llegarían a sufrir accidentes, pero que podrían ser evitados si cumplía con sus exigencias. Ante la negativa de la víctima de ceder, algunos de los familiares llegaron a recibir mensajes privados para convencer a la víctoma de que cumpliera las exigencias lo más rápido posible.
Finalmente, las investigaciones permitieron la detención de un joven de 26 años y de nacionalidad española por un delito de amenazas y uno de extorsión. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 7 de Alzira.
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