Imagen de archivo - Cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). | David Zorrakino - Europa Press - Archivo

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El 43,85% de las matriculaciones en los Centros de Formación de Adultos de los centros penitenciarios catalanes en el curso 2021-2022 fue en estudios de idiomas y un 26,21% en ciclos de formación instrumental, según datos de la Conselleria de Educación recogidos por Europa Press.

Así durante el curso 2021-2022, hubo 8.779 matriculaciones en las enseñanzas de los nueve centros de formación en prisiones que hay en Catalunya --uno por cada una--.

En la actualidad, la población reclusa catalana es de 7.717 personas, pero según fuentes de la Conselleria de Justicia de la Generalitat «los equipos docentes de estos centros solo atienden a la población interna en régimen ordinario y cerrado», por lo que las matriculaciones se cuentan sobre un total de 6.378 internos --restando los que están en régimen abierto--.

El número de matriculaciones es superior al total de internos porque puede que un recluso se matricule de más de un estudio a la vez, han apuntado las mismas fuentes.

Según los datos, un 26,21% de las matrículas del curso 2021-2022 fueron en el Ciclo de Formación Instrumental (CFI) --formación general de nivel básico--, seguido de los destinados a conseguir el graduado de la ESO, con un 17,78%; los de lengua inglesa, con un 16,69%; los de catalán, con un 12,25%; y los que aportan competencias básicas en tecnologías de la información y comunicación (Competic), con un 12,08%.

Teniendo en cuenta los diferentes idiomas que se cursan en los centros engloban el 43,85% --un 16,69% inglés, un 12,25% catalán, un 11,60% castellano, y un 3,29% francés--; y hay 4 matriculaciones para el curso de preparación para las pruebas de acceso a Grado Medio (PPACFGM) y 2 para el Superior (PPACFGS).

Estudios superiores

Según datos de la Conselleria de Justicia, en la actualidad 55 presos catalanes estudian en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), una cifra que representa el 0,86% del total de la población penitenciaria catalana.

Los grados más frecuentes entre los internos son Derecho, Psicología, Antropología Social, Turismo, Criminología, Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas, Educación Social, Comunicación, Geografía e Historia, Inglés, Ingeniería Informática y Administración y Dirección de Empresas (ADE), entre otros.

Las mismas fuentes han explicado a Europa Press que se ofrece a los alumnos la posibilidad de acceder a «todas las opciones que presenta el sistema educativo», y que el objetivo es animar a los internos a continuar sus estudios.

Los docentes de estos centros actúan como «intermediarios» entre los alumnos y la Universidad durante todo el proceso de matriculación; y los estudios siguen la modalidad de autoformación, ya que se realizan a distancia y el aprendizaje es autónomo.

Acciones del govern

Desde Educación han afirmado que se está tramitando un convenio entre la Dirección General de FP y la Conselleria de Justicia para «mejorar la formación y la cualificación profesional de personas en situación penitenciaria, con medidas flexibilizadoras y actuaciones en la formación profesional».

Además, se está trabajando para hacer un pilotaje el próximo curso para dotar a algunos centros de formación de adultos de especialistas penitenciarios de un orientador a jornada completa, y que esta dotación «supondría un incremento de las plantillas actuales de los centros».

Por último, el departamento de Justicia ha asegurado que se está diseñando un programa formativo experimental para el Centre de Formació d'Adults (CFA) Santiago Rusiñol, ubicado en el Centro Penitenciario de Jóvenes en La Roca del Vallès (Barcelona), con el fin de «dar una mejor respuesta al perfil de internos de este centro».